La Bella y la Bestia (2017): Ya no se oye una canción

¿Es La Bella y la Bestia (2017) la peor película Disney de los últimos años? Rotundamente, sí. Se entra con ilusión a la sala y se sale con un halo de decepción enorme, de ver algo que está hecho sin alma, sin emoción y sin pasión. Que esto ha sido realizado en piloto automático, cogiendo los mejores momentos de la versión animada de 1991, dándoles un lavado de cara e incluyendo alguna secuencia nueva que no aporta nada o que, directamente, da vergüenza ajena. La Bella y la Bestia no tiene nada bueno, va por caminos mal planteados, forzados y sobreactuados. Bill Condon (Mr. Holmes) no sabe qué hacer con el material que tiene entre manos y realiza una película que es más una TV Movie de sobremesa que una cinta que tendría que ser recordada. En una palabra, La Bella y la Bestia (2017) es horrible.

Dan Stevens y Emma Watson en La Bella y la Bestia (2017)

Dan Stevens y Emma Watson en La Bella y la Bestia (2017)

La Bella y la Bestia (2017) comete un error enorme al intentar que la nostalgia haga efecto en el espectador y pensar que ya todo está hecho. Así, la película está estructurada alrededor de esos grandes momentos que han quedado en la memoria de todos gracias a la cinta de animación. Pero todo está mal estructurado y forzado. Las canciones entran a destiempo, están mal realizadas y las canciones añadidas son realmente malas (la canción en solitario de La Bestia es más parecida a Los Miserables que al propio clásico). El guion quiere seguir la cinta de animación, pero en lugar de mejorar o intentar innovar respecto a aquella, la historia se alarga hasta la saciedad, explicando cosas que en la de animación se sobre entendían, ahora se da una vuelta de más, alargando la historia y convirtiéndola en un sopor. No sería un sopor si el ritmo de la misma fuera bueno, que no tuviera bajones, pero La Bella y la Bestia (2017) es de todo menos entretenida.

Es inevitable pensar en la cinta de 1991, una cinta que duraba 80 minutos y te emocionaba desde el primer minuto. Esta La Bella y la Bestia (2017) dura 135 minutos y parece que dura 200. Las sub tramas introducidas dan vergüenza ajena y parece que las han metido para alargar la cinta, porque si algo no llega a las dos horas pues parece que no merece la pena. Sin entrar en detalles de cada trama, la más vergonzante que podéis encontrar es la que trata sobre la madre de Bella, un libro mágico y viajes. De levantarse e irse. Antes he mencionado la nostalgia como uno de los factores que peor han sabido tratar en la nueva versión, pero es que tampoco se han molestado mucho en pulir los efectos especiales. El libro de la Selva (2016) tenía unas animaciones increíbles, veías a los animales y pensabas que eran de verdad. En La Bella y la Bestia (2017) parece que los han hecho rápido y corriendo. En muchos momentos, incluso la Bestia está mal animada, tiene movimientos raros. Y esto, en una producción de este calibre es imperdonable.

Y, además, Bill Condon tampoco sabe qué hacer con el material que tiene. No elige bien los planos, el montaje no tiene planos de más de 10 segundos y el momento más emocionante, que es el baile, lo destroza por no saber realizar un plano secuencia que nos muestre este momento. Y los actores no están a la altura. Emma Watson (Colonia) es sosa, no tiene carisma y está perdida en todo momento dentro del papel de Bella. Y lo peor de todo, está sobreactuada en todo momento. Dan Stevens (The Guest) tampoco está especialmente bien, realizando a un príncipe/bestia que no aporta nada y que parece que tiene otras intenciones en lugar de romper una maldición. El único que salva un poco la papeleta es Luke Evans (High-Rise), pero ni con esas. Y hasta el final no vemos al resto del reparto, pero decir que la cinta incluye a Ewan McGregor (T2 Trainspotting), Ian McKellen (X-Men: Días del futuro pasado) o Emma Thompson (Hombres, mujeres y niños).

Luke Evans en La Bella y la Bestia (2017)

Luke Evans en La Bella y la Bestia (2017)

La Bella y la Bestia (2017) es una cinta realmente mala. No tiene nada que ofrecer que pueda incitar al espectador a verla. No es un calco de la cinta de animación, pero tampoco consigue que nos olvidemos de la otra. Mal realizada y mal interpretada, la cinta está hecha con tan poco cariño que parece que no había demasiadas ganas de hacer algo realmente bueno. Una decepción enorme, pues es de largo lo peor que ha hecho Disney en mucho tiempo. De vergüenza ajena.

Lo mejor: Que llegas a casa y disfrutas del clásico de 1991.

Lo peor: Las interpretaciones, la dirección, los efectos especiales…

Puntuación: 2/10

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