La banda Picasso: Precioso paisaje en blanco

La nueva y esperada cinta de Fernando Colomo (Al sur de Granada) titulada La banda Picasso es una cinta muy cuidada y muy bien elaborada pero que de historia y entretenimiento anda bastante nula. Protagonizada por un elenco europeo apenas conocido en nuestro país, La banda Picasso es una historia sobre un robo muy poco interesante.

Ignacio Mateos en La banda Picasso

La banda Picasso versa sobre el robo de la La Gioconda del Museo del Louvre en 1911. Picasso y Apollinaire son sospechosos de dicho robo. La cinta comienza con el final y  mediante un flashbacks, donde el espectador piensa que se le va contar como se fraguo el robo, se nos narra la amistad de estos personajes con otro y como al genial pintor se inspiro para su cuadro Las señoritas de Avignon. Es decir, que lo que nos prometen se queda en eso en una promesa, y tras los primeros 30 minutos, donde el guión de Colomo desprende sus mejores momentos, en especial sus surrealistas chistes, la cinta cae en el aburrimiento más general y absoluto. Tampoco esperábamos una cinta del tipo Ocean´s Eleven, pero si algo más de entretenimiento, no un drama sobre las pajas mentales del pintor malagueño.

Como guionista nos deja muy aburrido pero como director, Colomo demuestra que sigue siendo uno de los grandes de España, y también de los más olvidados a la hora de recibir premios. Su preocupación por todos los detalles, en especial de ambientación, nos demuestra que puede manejar pequeños presupuestos y hacerlos lucir como si fueran grandes superproducciones. Secuencias como la primera vista al Museo del Louvre, esta muy bien resuelta y creíble, para no haberse rodado allí.

Ignacio Mateos y Raphaëlle Agogué en La banda Picasso

Otro lastre de la cinta es la ausencia de caras conocidas. La más conocida es la del secundario Jordi Vilches (Guerreros) quien tiene en sus manos el papel más simpático y gracioso de la cinta, y lo sabe aprovechar. Un lastima que no tenga más metraje. El papel de Picasso recae en el poco conocido Ignacio Mateos (Blancanieves) algo soso para ser el protagonista de la cinta. Mejor parado sale Apollinaire interpretado por Pierre Bénézit (Tímidos anónimos), un poco más asequible para la audiencia, por eso de que tiene momentos graciosos, pero que conforme avanza el metraje también se convierte en un personaje pesado. Mención especial para Raphaëlle Agogué (El chef, la receta de la felicidad) quien encandila a la audiencia por su belleza, pues su actuación es muy limitada, poniendo cara de disgustada casi todo el metraje.

En resumen, es una lastima que una cinta como esta, donde el director ha invertido casi 10 años de su vida para sacarla adelante, sea más interesante como se gesto la cinta en si, que lo que cuenta. Puede ser bastante bella, pero si el respetable se aburre, la sentencia va ser muy dura.

Lo mejor: La labor de Colomo como director, y la pasión que ha puesto en este proyecto, algo quizá más interesante de conocer que la propia película en sí.

Lo peor: A pesar del atractivo visual es una cinta aburrida.

Puntuación: 3/10