El cine sobre la crisis está tomando la forma que no lo hace en la realidad, es decir, de poner a los personajes a realizar acciones que todos en nuestra cabeza queremos hacer. Justi&Cia lo hace y lo lleva hasta un extremo que poco nos podemos imaginar cuando comienza con una manifestación. Y es que la película alcanza una notable calidad pasados los primeros 20 minutos. Cuando se mete en el meollo de la cuestión, en presentarnos a unos personajes hasta las narices de ver como corruptos y asesinos siguen en la calle viviendo de nuestro dinero. Y es hay cuando el director Ignacio Estaregui demuestra todo su repertorio para hacer que la cinta vaya como un tiro. Y yo que lo agradezco, porque los primeros minutos se me hacen muy cuesta arriba.
Justi&Cia cuenta la historia de Justino, un pobre minero que ha perdido a su familia en un accidente en la mina donde trabajaban, pero que podría haberse evitado si el responsable de aquello hubiera tomado un decisión que llevo a la tragedia. Será entonces cuando acompañado de Ramón empiecen una especie de cruzada en contra de todos aquellos corruptos que hacen que queramos huir de este país, pero claro, el viaje no será de rositas y su desenlace mucho menos. Entrar en una historia así no es difícil, pues vivimos en una constante día si, día también. Y es por eso que al principio lo que nos está contando la cinta es como si estuviéramos viendo el telenoticias de las dos de la tarde. He dicho que no cuesta entrar por esto, pero cuesta un poco porque no sabes al principio muy bien que es lo que ha ocurrido o por que están en esa situación. Se te presentan personajes que no tienen mucho que ver con la historia y la acción se desarrolla lentamente. Pero después de los primeros minutos, cuando ya el director se ha quitado el peso de las presentaciones, Justi&Cia va como un tiro.
Va como un tiro porque no da respiro. Vemos lo que esperamos ver y en muchas ocasiones dan ganas de que algo parecido pueda ocurrir, porque siendo sinceros, estamos hartos de todo lo que sucede en el mundo político y algo así podría poner las cosas algo más firmes. La cinta se mueve con un montaje muy videoclipero. Montaje rápido, picado y sin pausas. Las pocas que tiene la cinta son únicamente para relajar un poco al espectador, porque el resto es tan rápido como sorprendente.
Y para sorprendente el buen hacer de Hovik Keuchkerian (Alacrán Enamorado). Es la primera vez que el actor se enfrenta a un papel protagonista y no se nota en absoluto. Su interpretación está llena de rabia, de odio y también de buenas intenciones. Es un personaje al que coges cariño por lo que hace y por lo que quiere. Un actor para tener en cuenta. Pero sin duda, el que se llevará todos los aplausos será el GRAN Álex Angulo (Zipi y Zape y el club de la canica). El actor, fallecido unos meses, realiza una interpretación perfecta. Es soberbio ver a un actor actuar así, una lástima que el tiempo se lo haya llevado. La pareja tiene química y eso se nota en el plano final, un plano muy significativo y concluyente.
En definitiva, Justi&Cia no será la mejor película del año pero si que podría llevarse el premio a la película con más corazón y con mejores intenciones. Tiene un buen guión, unas buenas interpretaciones y es el adiós de Álex Angulo. Denle una oportunidad, no se decepcionaran.
Lo mejor: Hovik Keuchkerian y Álex Angulo.
Lo peor: Que presenta un panorama que podría darse tarde o temprano.
Puntuación: 6/10
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