John Wick: Pacto de sangre: Golpea otra vez, Keanu

Hace tres años se estrenó en Estados Unidos John Wick, una cinta de acción desenfrenada, que nos devolvía al Keanu Reeves (47 Ronin) de antaño. Aquí en España tuvimos que verla a través de Netflix, que en su catálogo de lanzamiento la incluía. El éxito de la cinta fue muy sorprendente. Sorprendente porque era una película dirigida por unos desconocidos, la premisa era rocambolesca y Keanu Reeves no es precisamente un reclamo muy grande hoy en día. Pero el éxito llegó. Y ahora, John Wick: Pacto de sangre, llega para demostrar que aquello no fue la suerte de un día, sino que los que están detrás saben que es lo que tienen entre manos. Dirigida por Chad Stahelski (John Wick), la cinta gana al saber hacer crecer el universo que lo rodea, contarnos más sobre el propio Wick y que la acción no da ni un minuto de respiro.

Keanu Reeves en John Wick: Pacto de sangre

Keanu Reeves en John Wick: Pacto de sangre

La cinta arranca ya con el acelerador pisado y sin frenos. Una persecución, muda, únicamente con el sonido de los motores, pone sobre la mesa que la cinta no va a darnos ni un minuto de descanso. Después une con la primera, con una conversación en forma de resumen de la predecesora y comienza la aventura. Volvemos a tener al John Wick que se quiere retirar de la vida que lleva, pero su pasado no le deja hacerlo, por lo que tendrá que volver para terminar el trabajo si quiere una vida tranquila. La cinta repite el mismo esquema de la antecesora, salvo que la premisa se cambia por la de que los asesinos firman un pacto que no pueden vulnerar. Así es como Wick vuelve a la acción, para cumplir un pacto y verse traicionado por el mismo. Es aquí donde el universo que rodea a la cinta crece, conocemos más sobre la propia hermandad y sobre los asesinos que la forman. Y eso es uno de los grandes aciertos, que no se olvida de expandir su mundo.

Otro de los aciertos es que ya no se queda únicamente en Nueva York, sino que viajamos a Roma para continuar la historia. Se ha vuelto internacional y eso le da otro plus a la historia. Allí se desarrolla una de las escenas de acción más ambiciosas de la película, durante una entrega de premios y un concierto, nuestro héroe se va quitando de en medio a villanos. Después de eso, la caza dará comienzo. En la primera entrega Wick va a por su víctima y únicamente un par de villanos quieren cazarle. En John Wick: Pacto de sangre quieren darle caza todos. No hay ni un solo asesino que no quiera su parte del pastel. No revelaré de quien da la orden para no hacer spoilers. Pero la acción se vuelve más sangrienta, más cruel y salvaje. Y eso es de agradecer, que muchas veces se reduce la violencia de las cintas para llegar a más público.

Keanu Reeves en John Wick: Pacto de sangre (2)

Keanu Reeves en John Wick: Pacto de sangre (2)

Quizás el único pero que se le puede poner a John Wick: Pacto de sangre es que dura dos horas. En la anterior se notaba que tenía que ir todo más al grano por el hecho de que duraba noventa minutos. Ahora con 120 se nota en alguna escena el relleno, aunque nada sobra, si que a lo mejor hay una conversación de más o una escena de acción de más. Pero es su única pega. John Wick: Pacto de sangre es una auténtica bestialidad. Es acción, es violencia y es pura dinamita. John Wick ya es eterno.

Lo mejor: Su acción y su forma de ir al grano.

Lo peor: Quizás se alargue un poco en su duración.

Puntuación: 8/10

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