Para todos aquellos amantes de los musicales, entre los que me incluyo, llega Into the Woods. Hablamos de una película hecha para pasar un buen rato en familia, una película que no es bajo ningún concepto una obra maestra, pero que cumple bien el cometido de entretenimiento invernal. Bien es verdad que, aunque me he empeñado en sacarle unos cuantos peros, la estética, música e interpretaciones de Into the Woods me ha ganado por completo.
Tras las cámaras, Rob Marshall (Nine), un experto ya en el género musical y al que Disney ha hecho bien en encomendar este popurrí de cuentos. El coreógrafo presenta un espectáculo continuo de las canciones del maestro Stephen Sondheim, y además, intercala con ellas, un humor muy ameno, que aunque veces es forzado, no sabe mal.
Uno de los peros más significativos que puedo poner, es que a mi manera de ver, la película está dividida en dos partes. La introducción y el nudo de la historia está muy bien, entretiene bastante y presenciamos momentos únicos dentro de ese tan concurrido bosque. Sin embargo, no me ha pasado lo mismo con el desenlace. Se me ha hecho largo y pesado, y casi estaba deseando que acabase. Del final, hay cosas que no me han gustado para nada. Una cosa es que nos cuenten una historia fantástica, pero el tratar de llevar el género a lo fantástico-absurdo ya no tiene sentido.
Destacaría sin embargo la concordancia que muestran las historias entre sí. La idea de mezclar estos cuentos clásicos es maravillosa y emocionante. Si, faltan muchos personajes épicos que a los que se les podría haber hecho un hueco en este bosque, pero no se les echa de menos. Eso sí, mientras ves la película llega un punto en la que si apareciera el mismísimo Frodo por el bosque, no te sorprendería.
Lo mejor de todo, el panadero y su mujer. James Corden (Begin Again) y Emily Blunt (Al filo del mañana) son los auténticos protagonistas, y consiguen dar la talla ante una bruja malísima interpretada de manera impecable por la gran Meryl Streep (Agosto), que en su línea, ha conseguido otra nominación al Oscar por este papel. De Johnny Depp (El llanero solitario) no hace falta decir demasiado, pues (además de que hace de sí mismo otra vez) aparece más bien poco. Ni que decir tiene que Anna Kendrick (Dando la nota) demuestra una vez más que es una auténtica joya del cine actual. Pero, sin embargo, una de las cosas que más me han entusiasmado de Into the Woods es la maravillosa actuación de Lilla Crawford como Caperucita Roja. La pequeña actriz, que tiene todo una trayectoria en Broadway, nos deja algunos de los momentos más brillantes de la cinta.
Lo mejor: El reparto, las canciones y la energía que transmite.
Lo peor: Le sobran 30 minutos.
Puntuación: 7/10
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