Infiltrado en Miami: ¡Alto!, o el superdetective letal dispara

Desde que se estrenó Intocable, la industria francesa y americana nos está intentando colar a Omar Sy (El doctor de la felicidad) como el Eddie Murphy (Mil palabras) europeo. Otra muestra de ello es Infiltrado en Miami, que curiosamente su titulo en EE.UU. es Belleville Cop, una clara referencia al título original de la película que lanzó al estrellato a Murphy, Superdetective en Hollywood (Beverly Hills Cop), con la que tienes mucho puntos en común. El caso es que este remake encubierto es bastante desastre y salvo algún que otro chiste políticamente incorrecto, la cinta se hace desesperante, ya que sus casi dos horas de duración tampoco ayudan a su digestión.

Omar Sy en Infiltrado en Miami

Omar Sy en Infiltrado en Miami

Un superdetective francés es relegado a una semana de baja. En ese momento le visita un amigo que trabaja en Miami y es asesinado delante suya. Los hechos le llevan a irse de vacaciones a Miami para seguir investigando. Allí le podrán a un policía hispano para que vigile sus movimientos. ¿Les suena el argumento?. Salvo breve subtramas que han incluido para que no se note tanto, Infiltrado en Miami fusila el guión de la cinta de Murphy, pero hasta el punto de tener momentos similares (cuando Murphy llega al hotel y monta un escándalo para alojarse gratis, aquí ocurre lo mismo pero para colarse en una convención, o aquel otro donde amenaza al presunto asesino de su amigo, aquí es idéntico). Y luego esas subtramas, antes mencionadas, recuerdan a otras cintas como ¡Alto!, o mi madre dispara (Sy se lleva a su madre a Miami para hacer gracietas y ayudarle con las pistas del caso) o Arma letal 2 (los villanos son diplomáticos y usan su credenciales para tapar sus asuntos ilegales). El guión es un corta y pega de los títulos antes mencionados con mil y una referencias a otras muchas cintas en sus diálogos. Podríamos decir que aún siendo así la historia funciona, pero no. Exceso de personajes, tramas, situaciones… hasta el punto de no saber muy bien por qué persiguen a un DJ y que pinta esa trama (si lo sabemos, pero solo hacer alargar la trama sin ninguna necesidad para incluir más chistes y que Sy pueda lucirse).

Rachid Bouchareb (Tras la pista del enemigo) es el responsable del pastiche de guión y de la insulsa puesta en escena. La secuencia de arranque ya demuestra que la acción no es lo suyo, no es que no tenga sutilidad a la hora de rodar una básica secuencia de acción, sino que el montaje brilla por su ausencia. Gran parte de la trama se narra en Miami, pues bien, salvo por un par de planos de situación (y con esto me refiero a muy pocos) los exteriores que nos muestran pueden ser Benidorm o La playa del Prado en Marsella perfectamente. Una auténtica calamidad.

Luis Guzmán en Infiltrado en Miami

Luis Guzmán en Infiltrado en Miami

Omar Sy es la estrella de la función y todo gira entorno a él y para él. El actor francés despliega su carisma y vuelve a repetir el papel al que ya se le ha relegado. Un pena, pues podría dar mucho de sí, pero parece que se ha quedado encasillado. Peor suerte acompaña a ese eterno secundario llamado Luis Guzmán (El último desafío). El eterno secundario que ha trabajado en más de 100 película, nuestro queridísimo Pachanga en Atrapado por su pasado, demuestra que ser el remate de los chistes de Sy no es para él. Una pena que para una oportunidad que tiene de destacar como personaje principal se queda relegado al personaje del tonto de turno (que no termina de funcionar).

En resumen, Infiltrado en Miami es una cinta cansina, reiterante, y que no ofrece nada nuevo salvo volver a mostrar la estupenda sonrisa “profident” de su protagonista.

Lo mejor: Las camisas, camisetas y trajes que luce Omar Sy durante todo el metraje.

Lo peor: La dirección de Bouchareb.

Puntuación: 2/10

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