La representante argentina para los Oscars es una historia sobre el primer amor en tiempos revolucionarios. Infancia clandestina esta basada en una historia real, que salvando las distancias, todos hemos vivido cuando teníamos entre 12 y 15 años, un etapa donde creíamos en el amor por encima de todo. Ernesto Alterio brilla con luz propia en esta cinta donde el protagonista, el niño Teo Gutiérrez Romero lleva el peso de toda la película.
Estamos en plena revolución en Argentina, una familia que tuvo que huir cuando esta comenzó, regresa después de unos años para hacer frente a la dictadura política implantada. Con ellos regresa su hijo quien vivirá otra experiencia mucho más bonita que la que le rodea, el primer amor. Dejándose llevar por los consejos de su tío, nuestro protagonista intentara conquistar a la chica de sus sueños. A simple vista puede parecer una cinta más, pero lo historia va mas allá de lo antes escrito, también nos muestra la supervivencia de unos revolucionarios, con ansias de cambio, en un país con poca tolerancia, a través de los ojos de un chico que es obligado a crecer sin vivir las experiencias de su edad. Como toda cinta argentina, la historia engancha y atrapa al espectador pero llegando a su último tramo resulta algo lenta.
Benjamín Ávila debuta en el mundo del largometraje tras una carrera como cortometrajista bastante interesante donde destaca su corto La gotera. Aquí resuelve la escena de una manera bastante sencilla y premiando la interpretación de los actores segmentando poco aquellas que tiene más carga dramática. También destaca el uso de la animación para omitir la violencia de la cinta y así poder ensañarse en ellas, algo que no es novedoso, pero que en esta cinta queda estupendamente.
Pero sin duda lo que más llama la atención de la cinta es el niño protagonista Teo Gutiérrez Romero, quien debuta con esta cinta, y que es capaz de plantar cara a cualquiera de los actores adultos. Ernesto Alterio (La montaña rusa) también sorprende pues interpreta un papel dramático, algo a lo que no nos tiene muy acostumbrados, y se tranquiliza en lo que a mover la cabeza innecesariamente se refiere.
Infancia clandestina es una buena e interesante propuesta Argentina. Puede pecar de seguir los cánones de muchas producciones que nos llegan de allí, es decir, película con toques políticos que luego resultan ser historias de amor, pero enfocarlo desde el punto de vista de un niño la puede hacer un poco más interesante.
Lo mejor: Las escenas que comparten Gutiérrez Romero y Alterio.
Lo peor: Se hace un poco larga
Puntuación: 7/10