Ice Age: El gran cataclismo: Apaga el cerebro

Quizás para disfrutar bien de Ice Age: El gran cataclismo hace falta dejar fuera de la sala de cine el cerebro. Así se puede entender más el humor que tiene la quinta entrega de una saga que tendría que haber terminado por lo menos hace cuatro entregas. Es cierto que la primera tenía cierta gracia, a partir de ahí la cosa comenzó a ser una bola de tontería que sólo disfrutaban los más pequeños de la casa. Ice Age: El gran cataclismo no se aleja de esa máxima de hacer disfrutar a los más pequeños de la casa, los más pequeños con edades entre 0 y 6 años, porque los más mayorcitos se aburrirán mucho. Quizás lo único destacable de la cinta es que la ardilla Scrat y el perezoso Sid se convierten en secundarios y aparecen poco en pantalla.

Manny y Diego en Ice Age: El gran cataclismo

Manny y Diego en Ice Age: El gran cataclismo

Ice Age: El gran cataclismo se centra en la posible extinción de nuestros personajes por un meteorito que la ardilla Scrat ha impulsado desde el espacio y la manera de evitar la extinción es provocar que el meteorito se aleje de la tierra mediante el uso de unas piedras estelares que sirven de imán. Todo muy loco. Pero a estas alturas no se le puede pedir credibilidad a una película de animación que siempre ha jugado con eso. Y es que está premisa podría haber dado algo realmente interesante, pero lo cierto es que no. No lo hace porque la película está tan centrada en los gags (a cuál más tonto) que se olvida de enlazar una buena historia. No pedimos una historia perfecta, pero sí que entretenga algo. Y esta Ice Age: El gran cataclismo no lo hace demasiado bien.

Y es que a medida que avanza la película nuestra atención en ella se ha disminuido por completo. Y cuando parece que la cinta quiere remontar al final, todos los esfuerzos se han convertido en nada. Ya no hay marcha atrás. Lo único realmente agradecible es que Scrat y Sid se han convertido en personajes muy secundarios, que aparecen de pascuas a ramos y evitan que el desastre sea definitivo del todo. Quizás ya, al ser la quinta entrega de una franquicia algo terminal, la gracia de volver a ver a estos personajes no sea la misma que, por ejemplo, reencontrarnos en unos años con los personajes de Los Increíbles de Pixar. No se puede comparar.

Scrat en Ice Age: El gran cataclismo

Scrat en Ice Age: El gran cataclismo

En definitiva, la quinta entrega de Ice Age viene a ser el estoque final a una saga que estaba muerta desde hace ya algunas entregas y con una entrega más no harán mayor favor a esta entrega. Sólo veremos otra si la taquilla la acompaña, cosa que parece que sí. Ice Age: El gran cataclismo sólo es recomendable a los más pequeños de la casa, que la disfrutarán enormemente por su humor realmente infantil.

Lo mejor: Que personajes cansinos son secundarios, muy secundarios.

Lo peor: Aburre mucho.

Puntuación: 3/10

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