La leyenda de James Brown sigue vigente. Y es que por mucho que pasen los años, nadie podrá imitar ni acercarse a la grandeza del más grande del funk. James Brown es único y eso es lo que se puede apreciar en, para mi sorpresa, I Feel Good. Digo para mi sorpresa porque nunca he sido amigo de los biopics o películas basadas en personajes reales. Pero I Feel Good tiene algo. Tiene ese querer romper el esquema propio del biopic y tiene algo nuevo, quizás que no siempre intenta dejar en buen lugar al protagonista. Quiero decir, a fin de cuentas es una película para rendirle tributo o memoria, pero tiene esos tramos oscuros que muchos otros hubieran preferido saltarse.
I Feel Good es además una película bien construida desde su concepción rompedora. Rompedora porque sigue los pasos más importantes del propio Brown pero además intenta no seguir una línea marcada. En muchas ocasiones me ha recordado a lo que hizo Danny Boyle con Slumdog Millionaire, es decir, contar la historia a través de fragmentos importantes en su vida pero entremezclando las fechas. Puede que estemos viendo una escena que sucedió en 1977 donde pasa algo importante y después ver una de 1965 donde nos explican ese porqué. Es una película que también trata el tema paterno filial en la propia evolución del personaje. Tiene cosas más complejas que los propios biopics.
Además la cinta tiene ese encanto de poder volver a escuchar las canciones más conocidas y vitoreadas del mítico cantante. Es un gusto escuchar canciones como Get On Up, I Feel Good, Please, Please, Please o el mítico Papa´s Got A Brand New Bag. Todas ellas cantadas alguna vez en nuestras vidas. Además, toda la fuerza que puedan tener las canciones no hubiera sido lo mismo si un actor poco involucrado no hubiera estado a la altura, pero este no es el caso. Chadwick Boseman (42) lo da todo. Desde que aparece por primera vez hasta la última vez, el actor se siente James Brown y eso se nota. Impregna todo y hace muy participe al público. Fuerza, rabia, desgarro..todo lo hace el actor para hacernos creer que «El padrino del soul» parezca que siga vivo y lo consigue.
En definitiva, I Feel Good es un gran homenaje al gran James Brown, aunque si se hubieran recortado los 138 minutos de duración tampoco hubiera pasado nada. Aún así no aburre porque estás pendiente de la historia, de las canciones, de las interpretaciones, es decir, de todo. Desde aquí solo puedo lamentar no haber podido ver a este artista en directo ¡Get on up!
Lo mejor: La interpretación de Chadwick Boseman y escuchar las canciones de James Brown.
Lo peor: Quizás que su duración es excesiva y que cueste cogerle el hilo del montaje.
Puntuación: 7/10