Horns: Harry Potter en el infierno

No hay duda de que el amor, y sufrir de ello, puede ser algo mucho peor que caer en el caluroso y ardiente infierno. Y es la premisa que ha cogido Alexandre Aja (Las colinas tienen ojos) para contar una historia muy insulsa. Horns posiblemente funcione en sus primeros cincuenta minutos, después la cinta se pierde en sí misma por disipar la esencia que había hecho disfrutarla y convertirse en una persecución gore de Daniel Radcliffe (La mujer de negro) contra aquellos que han atentado contra sus sentimientos y no dejar títere con cabeza. Y lo malo es que esos setenta minutos que dura este tramo se hace realmente cuesta arriba al tener una narrativa con altibajos que no consigue convencer. Una auténtica pena.

Daniel Radcliffe en Horns

Daniel Radcliffe en Horns

El inicio que arranca y propone Alexandre Aja es bastante redondo. Una chica ha muerto, y su novio Iggy es el principal sospechoso. Si bien la premisa se ha podido ver en infinidad de películas, pero lo que ocurre después no se ha visto en muchos. Alexandre utiliza a su favor el hecho de contar una historia de misterio y venganza, pues su protagonista hará todo lo posible por encontrar al culpable ¿Y cómo lo hará? Siendo el Diablo en persona. Así, Aja se sirve de la metáfora pura del demonio interior para hacer que aquellos a los que se acerca nuestro protagonista se revelen como son en realidad, claro esta si han sido malos o tienen algo interior que los atormenta. Pues bien, esto funciona como he dicho durante cincuenta minutos, después se echa todo a perder.

En los setenta siguientes minutos, ese cuidado que estaba presentando el director, de los detalles y por la historia de los personajes, se transforman en una sucesión de escenas cargadas de violencia que empañan ese inicio. Y lo peor de todo es que se vuelven previsibles y aburridas. Horns son dos horas. Excesivas. La historia de venganza y quién es el verdadero asesino te la hueles enseguida. Y eso hace que el interés se pierda. Horns llega a aburrir en más de una ocasión, y si no es por los últimos minutos donde se le va de las manos al director, la historia hubiera sido más bluf. Pero si, ese final alejado también de todo el principio es a la vez las ganas de Alexandre de meter gore en la cinta. Y es quizás uno de sus momentos más lúcidos, porque el resto tira de academista y no arriesga demasiado.

Juno Temple en Horns

Juno Temple en Horns

Los actores están correctos. Quizás el más destacado sea Daniel Racliffe como claro protagonista, lo malo que disfrute más de él en Amigos de más que en esta. Porque aquí sigue haciendo de Harry Potter, y en vez de un rayo en la frente tiene cuernos. En fin, Horns prometía mucho más. Al final aburre y deja empañados los magníficos primeros minutos. Había muchas esperanzas, pero todas se diluyen pasados los primeros minutos.

Lo mejor: La BSO y los primeros cincuenta minutos.

Lo peor: Que aburre en muchas ocasiones.

Puntuación: 4/10

Ficha artística y técnica

USA y Canada. Dirección: Alexandre Aja. Interpretes: Daniel Radcliffe (Ig Perrish), Juno Temple (Merrin Williams), Max Minghella (Lee Tourneau), Joe Anderson (Terry Perrish), Kelli garner (Glenna Shepherd), Heather Graham (Veronica), David Morse (Dale Williams), Kathleen Quinlan (Lydia Perrish), James Remar (Derrick Perrish). Guion: Keith Bunin; basado en la novela “Cuernos”, de Joe Hill. Producción: Alexandre Aja, Riza Aziz, Joey McFarland y Cathy Schulman. Música: Robin Coudert. Fotografía: Frederick Elmes. Montaje: Baxter. Diseño de producción: Allan Cameron. Vestuario: Carol Beadle.

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