El primer plano de Horizon: An American Saga – Capitulo 1 ya nos muestra dos cosas que definen muy bien la nueva propuesta de Kevin Costner (Yellowstone) como director: pasión y televisión. Y es que la cinta arranca con un precioso plano general de Monument Valley en Arizona (icónica imagen de miles de westerns) pero está rodado en un formato muy de televisión, es decir, no usa el tradicional Scope que este tipo de cintas reclaman. Costner se han empeñado en contar la historia más grande jamás contado sobre el Oeste americano y para ello se ha rodeado de un reparto plagado de amigos donde destacan Sam Worthington (El exorcismo de Georgetown), Sienna Miller (North Star), Michael Rooker (Fast & Furious X), Will Patton (Halloween: El final)… todos ellos capitaneados por el propio Costner.
Horizon: An American Saga – Capitulo 1 arranca con unos delineantes tomando medidas en un terreno que, en breve, descubriremos que será un pueblo llamado Horizon al que la inmensa mayoría del reparto de la cinta quieren llegar. Costner se ha emperrado en contar esta historia en 4 mastodónticas películas que, de momento, parece que se va a quedar en dos. Se pretendía contar en las dos primeras entregas la historia de unos personajes antes de la guerra de Secesión y otras dos películas tras esta. Y ya el primer episodio de 181 minutos da síntomas de cansancio, pues es un primer acto donde se nos cuentan los conflictos de muchísimos personajes que, aparentemente, concluirá en la segunda película. Son tantas las historias, entrecruzadas todas ellas, que es imposible retenerlas en la memoria para cuando se estrena la segunda entrega, por lo que nos vemos obligados a pasar por un segundo visionado. Entre todas la historias que se abren (algunas simplemente nos hacen avanzar hacia otras, como la de los delineantes con la que arranca la película) durante todo el metraje de este primer episodio las más interesantes, y mejores construidas, son la de la prostituta, la romántica entre Worthington y Miller, y la de los “villanos” con la que concluye la cinta. Y para rematar la cinta se nos ofrece un montaje de escenas de unos tres minutos donde se nos muestra lo que está por venir, que aparentemente da para mucho más de un cinta más.
El director ganador del Oscar por Bailando con lobos desprende una pasión sin fronteras en la película. Pero no todo esto tiene que ser apreciado por todos los públicos. Horizon: An American Saga – Capitulo 1 tiene un dirección muy televisiva donde los grande planos se quedan pequeños en una sala de cine. Tampoco ayuda una iluminación tan neutra. No es mala, pero resulta demasiado artificial en muchos momentos. Lo mismo ocurre con la ambientación, que se puede considerar como un puesta en escena intencionada, pero se echa de menos algo de suciedad en la ropa o en la propias caras de los protagonistas. El ritmo de la cinta es bastante irregular, no llega a aburrir, pero su primera hora es muy lenta, la segunda coge más ritmo, y la tercera es fugaz. Tampoco ayuda la excelente y épica banda sonora compuesta John Debney (Garfield: La película (2024)), que acompañando a las imágenes, no sacan varias veces de la escenas pues están no están a la altura de tan magna composición.
A pesar de que se esté vendiendo con Costner como la mega estrella del proyecto (que lo es) su personaje no es el principal (de hecho no aparece en escena hasta ya pasada la hora de metraje). Nadie del reparto es protagonista absoluto de Horizon: An American Saga – Capitulo 1 pues es una cinta muy coral. Pero sí que destacan la estupenda Abbey Lee (Tiempo), que interpreta a una sufrida prostituta y el imprescindible Jeff Fahey (Implacable) como uno de los personajes más desagradable de la función.
En resumen, Horizon: An American Saga – Capitulo 1 es el megaproyecto de una mega estrella de Hollywood, que se ha estrellado varias veces y siempre se reinventa pero para llegar al mismo sitio. Eso da enjundia al proyecto pero no por ello todos los espectadores deben ser partícipes de la aventura. Todo rezuma a proyecto de televisión y por mucho que nos pese es donde mejor se hubiera disfrutado, pues nada de lo que se muestra en pantalla da la sensación del mayor espectáculo del mundo.
Lo mejor: La pasión que desprende Costner en todo el relato
Lo peor: Esa misma pasión lo lastra en todo momento.
Puntuación: 4/10