Muchas veces pienso que estamos en una época en la que apenas se valora el trabajo que se hace. Me fastidia mucho cuando la gente, critica por criticar un trabajo que al menos se ha puesto cierto empeño en que salga bien. Después de ver Hellboy (2019), de Neil Marshall (Centurión), es imposible no despacharse a gusto con muchos aspectos de la cinta. No soy dado a poner a caldo por las buenas, pero es que esta película se coge con pinzas y no solo por no quemarte.
A España llega la copia censurada, aprobada por los directores y el productor. No es una simple selección de planos cancelados, no, es que son escenas cambiadas, hasta parece con «reshoots» en los que la violencia es grotescamente menor. He visto algunos momentos censurados y no, en una comparación del tráiler original y el censurado, es una burrada lo que cambia, a pesar de que según a confirmado su distribuidora nacional (Vertice) son solo 60 segundos. En fin… a lo que vamos.
Neil Marshall ha devuelto a la palestra al superhéroe más demoniaco, el Hellboy que ya años atrás, Guillermo del Toro llevó a la pantalla. ¿El resultado? Peor. Digamos que las de del director mexicano no es que tuvieran una aceptación demasiado espléndida por el público, es decir, no llegó a los niveles que pudo llegar Iron Man, pero tampoco fue Green Lantern. En el caso de este reboot de 2019, Marshall nos intenta seducir con un montaje de dos horas que se hacen eternas. Puedo decir, que la primera hora bueno, pasa difícil pero se puede tragar. Sin embargo la segunda mitad de la película es muy bochornosa en muchísimos sentidos. Hasta el punto que llegas a pensar si se trata de un «Fanmade» de esos que no se caracterizan precisamente por su buena manufactura. Como he comentado, la segunda parte del metraje se vuelve como loco, frenético y sin control. Como si lo hubieran escrito sobre la marcha. Mezclando lo peor de las sagas Underworld y Resident Evil.
Realmente es una historia que no aporta demasiado. En su comienzo te chirría una escena basada en la época del Rey Arturo, en la que los efectos especiales son de la misma calidad que en El séptimo sello. Mucho ruido, mucho golpe, pero nos olvidamos de que el guión es flojo, muy flojo. Una historia sobre una bruja que quiere al demonio rojo de mascota para dominar el mundo. Criaturas mitológicas para paliar el desastre, como dragones, vampiros, gigantes… No me he leído los cómics de Hellboy, por lo tanto no se sí está inspirada en alguno de ellos, pero desde luego la calidad argumental es muy pobre.
Lo único que me ha gustado, es David Harbour (Escuadrón suicida) como Hellboy. Creo que es lo único que se ajusta a lo coherente dentro de la película. De hecho creo que si todo lo demás cambiara, manteniendo a David Harbour, podría corregirse mucho más. En el resto del reparto encontramos a una desaprovechada Sasha Lane (American Honey) , y a un Ian McShane (John Wick: Pacto de sangre) que siendo el padre de la criatura, no nos queda muy claro cual es su rol en la historia.
En definitiva… no sé que opinión tendrán los fans sobre este Hellboy (2019), pero para un público objetivo como puedo serlo yo, es una película que deja muchísimo que desear. Un pastiche de efectos especiales pobres con un guión muy deficiente y sobrecargado. Una obra totalmente innecesaria.
Lo mejor: David Harbour.
Lo peor: Todo lo demás.
Puntuación: 2/10