Desde que Stieg Larsson escribiera la trilogía Millennium y pusiera a los suecos en el punto de mira de toda la industria cinematográfica, cada vez más son los productos que llegan a nuestra pantalla. En esa ocasión es Headhunters, otra adaptación literaria que tiene sus momentos, pero que se queda en un simple entretenimiento cuando podría haber sido algo más.
Nikolaj Coster-Waldau en Headhunters
Un cazatalentos dedica el resto de su vida, cuando no esta trabajando, a su mujer y a robar cuadros para mantener el ritmo de vida que lleva. El problema viene cuando eso no es suficiente. Pues bien el guionista monta un cirio con asesinatos de por medio para darnos una resolución de lo más sencilla, es decir, todo esto… ¿Para que? Headhunters como entretenimiento funciona, pero el juego que nos plantea tiene una solución un tanto absurda.
Morten Tyldum, director conocido en su tierra, emplea el ritmo en la cinta para despistar al espectador y eso es de agradecer, lastima que algunas secuencias no estén tan cuidadas como aquella donde un coche policía se precipita al vacío, donde parece que estamos ante una cinta casera para ahorrar en efectos especiales.
Si que hay que alabar el estupendo casting que tiene la cinta, desde el inquietante protagonista Aksel Hennie, que no es de extrañar que los americanos hayan empezado a rifárselo, y es que dicen puede ser el villano de la nueva entrega de Jungla de cristal, aunque quedaría mejor en una de James Bond, más que nada por que en Headhunters sabe combinar la elegancia con ese tono tan despreciable de algunos villanos de la citada saga. Nikolaj Coster-Waldau (Juego de tronos) le da le replica pero no llega a ganarse a la audiencia a pesar de su estupenda planta. Synnøve Macody Lund, la chica de la función consigue también meterse al público en el bolsillo y hacerle participe de este “enredo” con olor a thriller.
Aksel Hennie en Headhunters
Indudablemente los americanos ya han visto la cinta, y están preparando el consabido remake, por lo que esperemos caiga en alguien con el talento de David Fincher, quien con su versión de Los hombre que no amaban a las mujeres supo arreglar los desbarajustes de aquella, y esperemos que el afortunado que realice el remake tenga el su haber solucionar los de esta.
En resumen, no es mala, tampoco en una panacea, entretiene y se deja ver, pero analizando en frío… ¿de verdad era necesario todo ese plan para esa solución?
Lo mejor: Aksel Hennie, quien dará que hablar en un futuro no muy lejano.
Lo peor: Tanto lío para nada.
Puntuación: 5/10
Para estar al día, Suscríbete!! 
LBM Diseño Web