Gran Turismo: El sueño hecho realidad

Voy a ser completamente sincero, nunca he sido jugador de Gran Turismo. Es más, no me gustan en exceso los juegos de carreras. Pero no puedo negar la importancia que ha tenido la saga de Play Station en la cultura de los videojuegos. Por eso cuando se anunció que se iba a desarrollar una película sobre Gran Turismo, el miedo era real, y más teniendo en cuenta lo que ya se pudo ver con la adaptación de Need for Speed. Pero entonces las cosas cambian, ves que la historia no va a ser sobre carreras de coches, sino que se va a basar en una historia real sobre un jugador de Gran Turismo que terminó siendo corredor de carreras reales. Al final no adaptas un juego como tal, sino que te basas en una historia sobre ese juego para hacerlo película, lo que hizo que el intereses creciera de una manera bastante grande. Si es cierto que no esconde sus referencias o su homenaje a Días de trueno, pero la película funciona a las mil maravillas.

Siempre se ha dicho que adaptar al mundo del celuloide videojuegos es algo maldito. Y no les falta razón. Quizás esos fallos están en que muchas veces simplemente ponen el nombre del juego y se inventan todo lo que lo rodea o que simplemente el juego que se quiere adaptar no da mucho más de sí. Pero parece que en los últimos años se ha querido cambiar un poco la vertiente de todo eso. Así tenemos la adaptación de Súper Mario Bros, The Last of Us o Uncharted. Por eso el anuncio de Gran Turismo generó dudas al ser un simulador de conducción. Y creo que haber tirado por la historia real que gira alrededor del juego es un punto a favor. Al final estás viendo como un chico que jugaba a videojuegos consiguió su sueño de ser piloto profesional de carreras. Y la historia es esa, como un chico consiguió su sueño, peleando, entrenando y sacrificando muchas cosas por un sueño. Luego habría que ver que partes de la película son un poco inventadas y cuáles son realmente lo que ocurrió, pero cuando eso ocurra ya estarás dentro de la historia y no la soltarás hasta los créditos finales.

Y es que Gran Turismo es una cinta muy entretenida, muy bien lograda y que consigue reflejar al 100% lo que se puede sentir jugando a los juegos. Es de agradecer que, en muchas ocasiones, se introduzcan elementos puramente de videojuego que den otra perspectiva al espectador, como la colocación de la cámara en algunas carreras para sentirnos que tenemos un mando en las manos. Pero quizás, lo que puede restarle algo es que te sepas todo lo que acontece dentro de la historia. Gran Turismo es un gran espectáculo, pero saber el desenlace de la historia, de saber si al final consigue su sueño o no resta algo de emoción a una cinta que consigue llevar al espectador hasta el límite. Eso y que en muchas ocasiones la acción va tan rápida que no te da tiempo a procesar las cosas que han podido ocurrir en los últimos minutos. Las actuaciones están, en general bien, destacando a David Harbour y Orlando Bloom, que consiguen hacerse dueños de la función. Archie Madekwe, que interpreta a Jann Mardenborough, cumple como papel protagonista y llevar sobre los hombros el peso de la cinta no le incomoda. También se nota que Neill Blomkamp sabe dotar a la cinta de un ritmo y un saber hacer que consiguen mantener en tensión al espectador.

Si eres fan de Gran Turismo, la cinta te va a gustar, si no eres fan de Gran Turismo, también. Es una cinta hecha para el disfrute del gran público, verse en pantalla grande y con un bol de palomitas realmente grande. Saldrás de la sala de cine queriendo saber más cosas sobre la historia de Jann y ver que hay de cierto y que no dentro de su historia. Al final quizás funciona mejor coger algo alrededor del videojuego que sea realmente interesante antes que adaptar como tal la obra. Un buen disfrute de verano.