Grace de Mónaco: Que aburridas son las cosas de palacio

Los peores pronósticos se cumplieron. Grace de Mónaco es una de las peores películas que se han estrenado en lo que llevamos de 2014. El biopic, por llamarlo de alguna manera, sobre Grace Kelly se convierte rápidamente en una historia insulsa, sin nada que ofrecer y que sólo consigue aburrir al espectador durante los (gracias a Dios) 104 minutos de metraje. El único punto a favor que se le podría sacar a la cinta es la interpretación de Nicole Kidman (Stoker), que rema y rema pero nunca consigue que la película salga del naufragio.

Nicole Kidman en Grace de Mónaco

Nicole Kidman en Grace de Mónaco

Para situar este biopic, Grace de Mónaco se sitúa seis años después de la boda entre Rainiero III y Grace Kelly. Es en ese tiempo cuando Alfred Hitchcock, consciente de que la actriz no es del todo feliz, le hace la proposición de protagonizar Marnie, la ladrona, papel que ella quiere interpretar. Pero una mala jugada por parte de alguien del principado, la noticia hace que las relaciones entre Francia y Mónaco se vean en peligro. Es entonces cuando la actriz debe asumir su papel más importante: el de princesa.

Y es en este batiburrillo de sinopsis donde comienza el problema de Grace de Mónaco, no sabe que tipo de película quiere ser. Comienza con la proposición de Hitchcock para que interprete a Manie, de ahí, pasa a un drama familiar muy extraño y cogido con pinzas y todo para terminar como un thriller político que en vez de mantenerte en tensión te provoca risa. Y lo peor de todo ello es que la historia interesa más bien poco, por no decir nada. En resumen, aburre y parece que no le importa hacerlo.

A todo ello se suma la dirección de Olivier Dahan (Un gran equipo). La dirección del realizador francés es bastante errática. Con muchos planos generales de las localizaciones y un abuso excesivo de los primeros planos de los ojos llorosos de Nicole Kidman, algo que saca al espectador de la cinta porque basicamente no vienen a cuento. Tampoco sabe cerrar las tramas con éxito, pues muchas subtramas que merecían algo más de profundidad se quedan con un fundido a negro y que el espectador piense que es lo que ha pasado. Esto sucede con el personaje de Frank Langella (Un amigo para Frank), personaje que no sabemos que pinta en la historia y que desaparece sin más.

Tim Roth en Grace de Mónaco

Tim Roth en Grace de Mónaco

En cuanto al apartado interpretativo, Nicole Kidman se convierte en lo más destacado de la obra. Su interpretación está medida y llena de matices que podrían hacer que una nominación cayera se su lado, pero como el resto de la cinta no está a la altura no creo que consiga los objetivos. Tim Roth (El fraude) se encuentra desubicado dentro de la historia dando vida a Rainiero. Sus apariciones aportan muy poco a la historia. Pero la que realmente está mal dentro de la historia es esa Maria Callas interpretada por Paz Vega (Los amantes pasajeros). Vega aparece en contadas ocasiones en escenas que no vienen al caso y deja entrever que lo suyo ya no es la interpretación (ojo al momento canción que se marca en el discurso de Grace Kelly).

Grace de Mónaco es un edulcorado, pasteloso y mal llevado biopic sobre una de las actrices que cambiaron en cierta medida parte de la historia. El guión, la dirección y la gran mayoría de las interpretaciones no están a la altura de lo esperado. Un drama que sin querer se convierte en comedia. Una decepción.

Lo mejor: Nicole Kidman y las escenas en las que hace acto de presencia Alfred Hitchcock.

Lo peor: Paz Vega, el guión y la dirección. Parece más una cinta destinada al DVD.

Puntuación: 2/10

Ficha artística y técnica

Francia, USA, Bélgica e Italia. Titulo original: Grace of Mónaco. Dirección: Olivier Dahan. Interpretes: Nicole Kidman (Grace Kelly), Tim Roth (príncipe Rainiero III), Frank Langella (padre Francis Tucker), Paz Vega (Maria Callas), Milo Ventimiglia (Rupert Allan), Derek Jacobi (conde Fernando D’Aillieres), Paeker Posey (Madge Tivey-Faucon), Robert Lindsay (Aristóteles Onassis). Guion: Arash Amel. Producción: Pierre-Ange Le Pogan y Arash Amel. Fotografía: Eric Gautier. Montaje: Olivier Gajan. Diseño de producción: Dan Weil. Vestuario: Gigi Lepage.

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