La nueva película de Clint Eastwood (Sin perdón) sorprende de primeras porque “el hombre de una solo toma” no es quien esta en la dirección sino el debutante Robert Lorenz. Luego sorprende porque Eastwood después de Gran Torino dijo que no volvería a interpretar. Quizá que haya vuelto a ponerse delante de la cámara porque el director de Golpe de efecto es el ayudante de dirección de muchas de sus películas y quiera devolverle el favor.
En contraposición con la maravillosa Moneyball con Brad Pitt, Golpe de efecto nos presenta a un ojeador de béisbol, de esos que buscan nuevos talentos, muy mayor y perdiendo la vista. La hija de este es una abogada prometedora con una gran carrera por delante que decide hacer un alto en el camino para viajar con su padre y vigilarle, a petición de un amigo y compañero. En ese viaje descubriremos porque el padre no crió bien de su niña y como esta intenta recuperar el cariño de su padre mientras que flirtea con un ojeador novato. Así de sencillo podemos resumir un argumento muy poco original del también debutante Randy Brown. Es verdad que la historia no es nada original pero funciona a las mil maravillas. Son historia que de vez en cuando nos gusta que nos cuente.
El director Robert Lorenz no ha perdido el tiempo. Mientras trabajaba con Eastwood ha aprendido de un maestro, por lo que podemos decir que estamos ante una película impecable. Reposada y sencilla, sin florituras, solo hay que ver ese accidente de tráfico en un solo plano y manteniéndolo en plano fijo, para pasar a un plano corto de la cara de Eastwood donde le están colocando una tirita. Lorenz apunta maneras.
Sin duda el aliciente de la cinta es ver a Clint Eastwood delante de la cámara haciendo el papel que ha hecho siempre y que muchos descubrieron en Gran Torino. Aquí podemos ver una versión 2.0 de aquel papel. Sin duda los fans del actor no saldrán decepcionados de la sala. Le dan la replica, y bastante bien, Amy Adams (The Fighter) quien es capaz de plantarle cara y aguantar muy bien la mirada, y Justin Timberlake (La red social) este cantante que no deja de sorprendernos, ya sea un drama o una comedia alocada este cantante metido actor esta estupendo siempre. Completan el reparto unos secundarios de lujo encabezados por John Goodman (Argo), muy simpático, Robert Patrick (Terminator 2: El juicio final), soberbio, y Matthew Lillard (Scream), un “villano”, como los de antes.
En resumen, estamos ante una película que hemos visto ya muchas veces, es decir, no es nada original, pero es una historia que a pesar de ello siempre nos gusta que nos cuente. Eastwood esta sensacional y nos muestra que tiene recambio cuando se retire en la dirección, pues en la interpretación creo que aun no ha dicho la ultima palabra.
Lo mejor: Eastwood haciendo de Eastwood y la dirección de Robert Lorenz.
Lo peor: Es una historia muy vista.
Puntuación: 7/10
¡Ya con ganas de verla! Pues yo pensaba que Eastwood era el director. Ciertamente, pensé en Moneyball cuando la vi anunciada, ¡gran género el deportivo! Esperemos que John Goodman nos salga más que en Argo, que llena la pantalla (en todos los sentidos) cuando aparece