Tras el buen sabor de boca, en especial entre los críticos, que dejó Mad Max: Furia en la carretera, su director George Miller (Tres mil años esperándote) regresa al universo que él mismo creó hace 45 años con un precuela directa de la última aventura de Max Rockatansky, aunque esta vez no tenga a este personaje como reclamo, sino a aquel que inmortalizó Charlize Theron (Fast & Furious X) hace 9 años. Furiosa: De la saga Mad Max es otro gran espectáculo audiovisual que tiene como protagonista a Anya Taylor-Joy (Dune: Parte dos) como Furiosa y a Chris Hemsworth (Thor: Love and Thunder) como Dementus, el villano de la función.
Furiosa es raptada de su idílica vida por una panda de motorista al servicio de Dementus. Este a su vez está en guerra contra el mítico Immortan Joe. Y en esta guerra es donde veremos a la forja de una heroína. Furiosa: De la saga Mad Max cambia un poco la estructura de las cintas de la saga. Aquellas, bajo una sencilla premisa, eran un festival de acción, violencia, sangre y carretera donde la historia estaba al servicio del espectáculo. Este episodio, divido en capítulos internamente, tiene un desarrollo inusual que si bien la convierten en algo diferente también la lastra un poco en su primer acto. Esto no es que sea malo, sino que toda la explicación de los personajes principales y la trama se desarrollan en un primer acto que parece interminable. Una vez pasado ese tramo, comienza la acción y al igual que Mad Max: Furia en la carretera no hay tregua ni respiro hasta el final. Esto también influye en que esta aventura alcanza los 148 minutos de duración, algo innecesario.
A sus casi 80 años Miller sigue siendo un director con una imaginación desbordante y un maestro a la hora de elaborar grandilocuentes escenas de acción. La secuencia del asalto al camión es desde ya, historia del cine de acción contemporáneo. En la cinta hay muchas más escenas impresionantes como el arranque, la de la refinería, el final… todas impresionantes pero ninguna alcanza el nivel de aplauso de la citada del camión. Al igual que en la anterior cinta de la saga, Miller combina estupendamente el montaje con el sonido y la estruendosa banda sonora. Recordemos que Mad Max: Furia en la carretera se alzó con 6 Oscars de la academia de Hollywood (entre ellos montaje y sonido). Aquí la técnica tradicional de los efectos especiales ha dejado paso a unos efectos digitales que pueden chocar un poco, pero más que nada por su nivel de imaginación. Una imaginación que va más allá de lo visto anteriormente a la hora de diseñar esta ampliación del universo futurista pero con trasfondo retro.
Anya Taylor-Joy no llega a las cotas de Theron pero funciona estupendamente. Quizá sea porque tiene más líneas de diálogo que la sudafricana, pero aún así porta la artillería con esmero y eso es bastante plausible. Hemsworth está pletórico de villano con una prótesis en la “porra” que puede producir carcajadas, pero el personaje también da pie a ello. Su imprescindible voz, atascada nasalmente, le da un toque bastante interesante a su personaje. Toda una sorpresa. Mención especial para el inglés Tom Burke (The Lazarus Project) con un personaje que nos recuerda mucho al antihéroe de esta saga.
En resumen, Furiosa: De la saga Mad Max es un cinta que estéticamente y visualmente sigue los pasos del la anterior entrega pero que narrativamente ha querido innovar. Es verdad que esto no molesta y ofrece algo nuevo, pero quizá si no se hubieran parado tanto en ese desarrollo estaríamos ante otra gran obra del autor de Happy Feet: Rompiendo el hielo. Apuntar que la taquilla no acompañó en exceso a la aventura de Tom Hardy (Venom: Habrá matanza), y que se dio luz verde a esta precuela gracias a los premios y alabanzas de la crítica internacional.
Lo mejor: La espectacular secuencia del camión.
Lo peor: Su excesivo, y alargado, primer acto.
Puntuación: 8/10