Frío en julio: Los ochenta vuelven a escena

Frío en julio sea quizás una de las mejores películas que se van a estrenar en 2015. Lo hubiera sido de 2014 pero por unas razones y otras ha sido retrasada hasta este nuevo año. Frío en julio es una de esas películas que aparecen cada año y que quizás no estaban llamadas a ser recordadas, pero lo es. Y es que Jim Mickle (Somos lo que somos) ha conseguido realizar un thriller pueblerino que en muchas ocasiones parece que sigue en los ochenta, cuando este tipo de película eran la «creme de la creme». Acción, suspense y un guión de giros inesperados hacen que Frío en julio sea una auténtica gozada.

Michael C. Hall en Frío en julio

Michael C. Hall en Frío en julio

Frío en julio es una de esas películas en las que el espectador debería ir “virgen”, es decir, sin conocer nada del argumento o de que va. Es mejor ir y disfrutar sorbito a sorbito de lo que ofrece Mickle. Lo único que quizás se pueda decir que es una historia de malas decisiones que terminan en un camino sin salida y con acciones llenas de sangre. El resto, lo giros, las acciones de los personajes y los personajes deben ser descubiertos por uno mismo. Y es que Mickle tiene todo tan calculado que desde que comienza la cinta ya estás metido en faena.

La película es de esas que no dan respiro alguno. Comienza directamente metiendo en tensión al espectador y no para. Cuando parece que quiere dar algo de respiro, giro de guión y seguimos. Así hasta completar los 109 minutos que dura. La atmósfera lúgubre, el pueblo de Texas de los 80…todo consigue aunarse de una manera perfecta aquí. La dirección de Jim Mickle es austera, pausada y llena de connotaciones de otra época, de otros años. No hay artificios ni los busca, no los necesita porque simplemente coloca la cámara y lo que sucede delante de ella hace que todo fluya de una manera perfecta. Y eso también hay que agradecérselo a los actores.

Don Johnson en Frío en julio

Don Johnson en Frío en julio

En especial destacan los tres principales: Sam Shepard (Agosto), Michael C. Hall (Dexter) y Don Johnson (No hay dos sin tres). El primero trae la veterania de quién sabe de que va todo esto. Su interpretación de un padre que busca venganza puede ser una de las interpretaciones del año, mención especial a una escena de noche, con truenos y una silueta. Brutal. Michael C. Hall parece que quiere alejarse rápidamente del papel que le ha dado todo, Dexter, y aquí se convierte en un padre de familia que hará todo lo posible por proteger a los suyos, aunque eso conlleve vivir al límite. Y Don Johnson hace de Don Johnson. Pasado de rosca, mujeriego y pasota de la vida. Así es el papel del veterano actor.

En definitiva, Frío en julio es un magistral thriller que recordará a muchas películas de los 80 pero que ha sido rodada en nuestros días. Tiene una dirección y unas interpretaciones muy buenas, pero por lo que destaca es por la capacidad de absorción y no dejar que el espectador tenga un minuto de respiro. Es ya una de las mejores películas de 2015.

Lo mejor: La atmósfera, las interpretaciones y la dirección.

Lo peor: Que puede ser tachada de tramposa y algunos giros pueden volver loco al espectador.

Puntuación: 8/10

Ficha artística y técnica

USA. Título original: Cold in July. Dirección: Jim Mickle. Interpretación: Michael C. Hall (Richard Dane), Sam Shepard (Ben Russel), Don Johnson (Jim Bob), Vinessa Shaw (Ann Dane), Nick Damici (Ray), Wyatt Russell (Freddy), Brogan Hall (Jordan Dane), Lanny Flaherty (Jack Crow). Guion: Jim Mickle y Nick Damici; basado en la novela de Joe R. Lansdale. Producción: Linda Moran, Rene Bastian, Adam Folk y Marie Savare. Música: Jeff Grace. Fotografía: Russell Barnes. Montaje: John Paul Horstmann y Jim Mickle. Diseño de producción: Russell Barnes. Vestuario: Elisabeth Vastola.

 

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