Los sábados por la tarde, o el domingo, es de esos días en donde se programan películas que muchas cadenas compran en estos paquetes regalos que vienen con las grandes producciones. Freeheld, un amor incondicional podría haber sido una de esas películas, pero atesora una calidad en sus interpretaciones y en su emoción que hacen que llegue a las salas de cine. También por que cuenta en su reparto con Julianne Moore (Los juegos del hambre: Sinsajo – parte 2), Ellen Page (X-Men: Días del futuro pasado), Michael Shannon (El hombre de acero) y Steve Carell (La gran apuesta) que hacen que la cinta aumente de categoría. Y es un telefilme en su parte de dirección, en donde Peter Sollett (Camino a casa) no sabe sacarle el jugo a una historia de superación y de llevar hasta el final las cosas por las que luchas. Aun así, Freeheld, un amor incondicional es una cinta que emocionará a más de uno.
Freeheld, un amor incondicional es una historia real de dos mujeres que tuvieron que luchas por su relación, por que aprobarán el matrimonio homosexual y a la vez la enfermedad terminal de una de ellas. La cinta comienza de manera pausada, sentando las bases de lo que vamos a ver. A medida que la cinta avanza, la emoción de los personajes comienza a trasladarse a los espectadores, que miran con ojos de cordero degollado lo que acontece en la pantalla. Y en un punto, cerca del final, no se puede más y las lágrimas comienzan a hacer estragos en todos y cada uno de los espectadores (los más duros llorarán para dentro). Y es que, si algo muy bueno tiene Freeheld, un amor incondicional es que sabe emocionar desde el minuto uno hasta el final. No lo hace incitando al espectador a llorar, lo hace porque empatizamos y somos simpatizantes de las dos protagonistas y su lucha, por qué no, podría haber sido la lucha de muchas parejas homosexuales luchando por sus derechos.
A esto le añadimos el ingrediente de que Julianne Moore y Ellen Page están soberbias y el coctel se convierte en explosivo. Pero quizás, el que mejor entra en la cinta es Steve Carell. El actor lanza su vis cómica a todo trapo en su aparición relajando un poco el tono duro y sentimental de la cinta (ya hemos sido testigos de la enfermedad del personaje de Julianne Moore) y Carell consigue que soltemos alguna carcajada en ciertos momentos. Michael Shannon también se encuentra bien en su papel, pero lo cierto es que no destaca tanto como el resto. Pero la cinta peca, como he dicho anteriormente de una dirección muy plana convirtiendo esta historia en un telefilme de sábado por la tarde. Peter Sollett realiza una dirección muy convencional, sin arriesgar y colocando planos o situaciones muy telefilmeras o de culebrón, haciendo que la película pierda calidad (pero también se guarda algún plano realmente bueno).
En definitiva, Freeheld, un amor incondicional es una cinta interesante en su contenido, que sabe emocionar y juega muy bien sus cartas, el único problema realmente serio viene de la mano de Peter Sollett que realiza una película muy plana y que hace que en muchas ocasiones parezca una cinta de sábado por la tarde. Aun así, es una cinta que merece ser vista por el tema que trata y lo que significó para el futuro, y porque Julianne Moore y Ellen Page que son el alma y el corazón de la cinta.
Lo mejor: Las interpretaciones, en especial Ellen Page.
Lo peor: Su dirección hace que tienda mucho a ser un telefilme.
Puntuación: 7/10