Sin medias tintas. Frank es la película más surrealista y diferente que se ha estrenado en lo que llevamos de año. También es una vuelta de tuerca y de crítica a todas esas bandas y compositores que tienen lo extraño y lo surrealista como forma de vida (Miley Cyrus o Lady Gaga, entre otros). Y el resultado final es una película surrealista, donde casi todo lo que sucede en ella no tiene ni pies ni cabeza, pero que consigue divertir gracias a unos inteligentes gags y unas interpretaciones formidables.
Frank cuenta la historia de Jon, un teclista que ha perdido la inspiración para componer canciones. Un día, sin comerlo ni beberlo, se verá envuelto en el mundo musical de la mano de una banda de música de sonido incalificable. Su líder, Frank, es un hombre con una cabeza de mentira pegada al cuerpo y una forma de comportarse bastante extraña. Durante su periplo con la banda, Jon aprenderá que hay cosas mucho más importantes que el querer ser famoso a toda costa.
Frank es el caso opuesto a lo que se pudo ver en la reciente Begin Again. En Frank no hay mucho tiempo para seriedad, algo que también tiene, en Frank sólo hay tiempo para el humor. Más inglés que nunca. Y eso se percibe desde el primer minuto cuando vemos a Jon intentado componer una canción con las primeras cosas que pasan ante sus ojos. Desternillante. Pero el humor alcanza sus cotas más altas cuando Jon se une a la banda de Frank, pues todos los integrantes del grupo tienen su aquel. Y a todos se les podría meter en un mismo saco: Están de manicomio.
Pero Frank también tiene toques dramáticos que se dejan ver en los últimos 20 – 25 minutos de película. Pero dejando de lado la comedia o el drama, Frank es una especie de crítica de todos esos grupos que salen de la nada, que son más raros que un perro verde y que tienen el surrealismo y la excentricidad como principal motivo. Aquí todo eso se ve cuando van contando algunos miembros del grupo su historia o la historia de algún antiguo integrante. La locura termina creciendo en todos hasta nubrarles en límites insospechados.
Y son esos integrantes lo más sobresaliente de Frank (aunque la película es de notable). Encabeza la lista Domhnall Gleeson (Una cuestión de tiempo), haciendo el papel de Jon (narrador y protagonista absoluto de la cinta). El actor ha comenzado a coger fuerza en la interpretación gracias a la popularidad que le dio hace algo menos de un año Una cuestión de tiempo. Él está más que solvente llevando la voz cantante de la cinta. Maggie Gyllenhaal (El caballero oscuro), quién lejos de repetir registros se encuentra con un papel que parece un pastel. Divertida, loca y muy excéntrica. Así es la actriz en Frank. Pero el que más parece haber disfrutado con el papel es Michael Fassbender (X-Men: Días del futuro pasado) como Frank. El actor ya no sorprende a nadie haciendo interpretaciones formidables, pero ya si sólo le ves el cuerpo con una cabeza gigante te das cuenta de lo buen actor que es. Sensacional Fassbender.
En definitiva, Frank es una de las cintas más surrealistas y divertidas del año. No será una obra maestra como tal, pero cumple con creces el entretener durante sus 90 minutos. Tiene unas interpretaciones formidables y es inteligente. Una película única y genuina.
Lo mejor: El elenco de actores y Michael Fassbender por encima de todos.
Lo peor: Que tenga algún bajón de ritmo y que mucha gente no entienda la locura de la cinta.
Puntuación: 7/10
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