El cine últimamente se está convirtiendo en películas que quieren ser más de lo que realmente son, es por eso que las expectativas se disparan y al final, cuando ves la película te pega la realidad en la cara. Ese no es el caso de Entre amigos, una comedia francesa que lo único que quiere es hacer que nos divirtamos durante hora y media ¿Y lo consigue? Si, lo consigue. Lo malo es que no aporta nada más, simplemente se ve, te ríes, sales de la sala y la olvidas. Pero al menos hace que te olvides de tus problemas fuera de la sala durante un tiempo. Y eso ya es mucho. Quizás el problema de Entre amigos es que hay muchas comedias del mismo corte que intentan hablar sobre la amistad verdadera de otra manera, quizás buscando tres pies al gato, y Entre amigos es más simple que sumar dos más dos.
Llama la atención la sinceridad con la que se plantea el relato, el cual desde el minuto uno casi nos dice que olvidemos todo, nos pongamos cómodos y disfrutemos. Y lo hacemos. Nos reímos y vemos pasar las escenas con una sonrisa. Pero nada más. Entre amigos no quiere que estemos hora y media dándole al coco y no disfrutemos de la cinta. Y, quizás para estas comedias, los franceses son especialistas. La comedia francesa ha ido creciendo año tras año, si es cierto que se dedicaba a otra comedia mucho más seria en alguna ocasión, como Intocable o Samba, pero también saben hacer que alguna vez no tengamos que sacar el clínex para y secarnos las lágrimas y únicamente hacernos reír. Y eso también saben hacerlo excepcionalmente. Lo único malo es que todo lo que muestran en pantalla se haya visto en muchas comedias similares.
Y es que la historia de que un grupo de amigos van a celebrar el cumpleaños de uno de ellos en alta mar, puede que no se haya visto mucho, pero que quiera ser más de lo que es con una película de líos y con un cruce al camarote de los hermanos Marx, son palabras mayores. Y es las situaciones que propone a lo largo del viaje son, en muchas ocasiones, un disparate muy gordo. Como conseguir sobrevivir a una tormenta sin ser expertos en conducción marítima, cabreos entre personajes que salen de la nada o la repetición de un «running gag» de golpes. Eso es, en muchas ocasiones, lo único que vemos en Entre amigos, y se esperaba algo más. Vale que su función es hacer reír, pero también nos gusta ver algo de risas con más calidad, no simplemente cuatro golpes y se acaba.
En definitiva, Entre amigos cumple con la mínima de hacernos reír y que pasemos un rato divertido. No busquéis nada más allá de eso. No revolucionará la comedia francesa, ni nada. Aun así, conseguirá que te olvides de tus problemas durante hora y media.
Lo mejor: Que no aburre y dura noventa minutos.
Lo peor: Que no inventa nada y repite muchos gags.
Puntuación: 5/10