Han pasado 59 años desde que vimos una de las mejores adaptaciones de Moby Dick que se recuerdan. Dirigida por John Huston (El honor de los Prizzi) y protagonizada por Gregory Peck (El cabo del miedo), esa película ha pasado a la historia del cine como una de las mejores películas sobre el mundo del mar. En el corazón del mar, dirigida por Ron Howard (Rush) y protagonizada por Chris Hemsworth (Vengadores: La era de Ultrón), cuenta la historia que inspiró a la novela Moby Dick, la misma que luego inspiró la película. En el corazón del mar es una de esas películas malditas que tendrían que haber llegado hace un año, pero que vio como tuvo que ser cambiada por completo debido a los primeros «test screening». Y a decir verdad, seguro que ha mejorado. En el corazón del mar es una buena película de aventuras que acierta en muchas cosas pero que falla en algo básico, la emoción. El resto es realmente entretenido.
Seguramente todos conozcan la historia de la ballena blanca, Moby Dick, pero seguro que muchos desconocían de donde surgió. En el corazón del mar cuenta la historia real del ballenero Essex que vio como en una de sus salidas en busca de aceite de ballena se encontraron con el diablo en forma de cachalote blanco. Su historia, narrada por uno de los supervivientes de aquel encuentro, fue recogido por Herman Melville en su famosa novela. Y si, la cinta es muy fiel. Un inicio que recuerda a Tiburón, deja paso a la aventura, a la acción en mitad del mar y al gusto de Ron Howard por una fotografía recargada, casi irreal, que funciona cuando no hay efectos digitales de por medio, ya que consiguen que no cuadren del todo. Pero, entre todos los aciertos, hay un fallo y es la emoción. En el corazón del mar no hay emoción, todo sucede y ya está. Ni sientes por los marineros, ni sientes por las ballenas, ni sientes por lo que suceda al final. Y ese es el fallo de la cinta.
El resto de la película funciona a las mil maravillas entre la aventura y la acción marítima. No aburre, y la forma en la que Ron Howard ha decidido contarla es un acierto, pues cuenta como Melville conoció a Thomas Nickerson para que le contará la historia para su libro. El tránsito entre unos puntos y otros es maravilloso y en ningún momento se pierde el hilo de la narración. Además, todos los actores de la cinta están bastante bien. Sorprende ver bien metido en su papel a Chris Hemsworth, que parece que lejos del martillo de Thor sabe hacer más cosas. Tom Holland (Lo imposible) tiene un papel menos importante del que parecía, pero aun así cumple en su papel. Pero, sinceramente, el más entonado es Brendan Gleeson (Al filo del mañana), que interpreta al Nickerson mayor y lo borda.
En definitva, En el corazón del mar es una buena película que consigue entretener y no se hace pesada en ningún momento. Lo único en lo que falla es en no dotar de la emoción suficiente para que fuera una gran película. Aun así, los actores, la dirección y el recordar la historia de la ballena Moby Dick son motivos más que suficientes para acercarse a una sala de cine. Si no, siempre podremos quedarnos con la película del 1956, pero las generaciones de ahora quizás disfruten más de esta nueva película.
Lo mejor: La dirección de Ron Howard y las interpretaciones.
Lo peor: Carece de toda emoción.
Puntuación: 7/10