Tras 10 años dedicados exclusivamente al mundo de la animación y la técnica en 3D, Robert Zemeckis (Forrest Gump) ha vuelto a lo que mejor sabe hacer, el cine de imagen real. Su regreso se produce con El vuelo (Flight), una cinta más bien pequeña, donde brilla con luz propia el actor ganador de 2 Oscars Denzel Washington (Tiempos de gloria).
Un piloto divorciado y amante de los vicios más comunes, consigue aterrizar un avión que estaba predestinado a estrellarse. La prensa le convierte en un héroe, pero que pasaría si el héroe estuviera ebrio y drogado durante la maniobra. Este es el dilema que plantea el interesante guión de John Gatins (Acero puro), que casi se puede catalogar de redondo salvo por un personaje secundario femenino que apenas aporta nada a la narración y hace que el largometraje se extienda a algo más de dos horas. La película no aburre, pero podría haber sido más corta. La cinta también goza de un humor negro bastante simpático, que a la vez deja un poso en el espectador bastante interesante acerca del alcohol y las drogas.
Robert Zemeckis demuestra que esta en plena formo. Es su cinta con menos florituras, pero que luce quizá como la más espectacular. El vuelo (Flight) esta lleno de momentos que se quedan grabados en la cabeza del espectador, como la presentación del personaje principal en plano fijo mientras que una chica desnuda se viste moviéndose en el plano, culminando esta escena con un brusco movimiento de cámara “muy intencionado”. La secuencia del accidente no es para laurearla menos, pues repite la formula de Naufrago y vuelve a darnos todo el accidente desde dentro del avión, saliendo fuera lo justo, y creando una tensión no apta para cardíacos Seguir hablando de la dirección de este genio daría para una tesina, lo mejor es que lo descubran y disfruten de ella. Y lo mejor de todo es que no han sido necesarios los presupuestos que manejo en cintas anteriores como Contact o La muerte os sienta tan bien, aquí ha conseguido sacar lo mejor de si mismo con tan solo 30 millones de dólares, una cifra ridícula para los estandartes de Hollywood.
Hablar de Robert Zemeckis es hablar de compositor Alan Silvestri (Los vengadores). Dicha unión es similar a la del tándem Steven Spielberg y John Williams. El compositor americano nos vuelve a sorprender con una partitura más cercana al thriller que al drama, donde hay cabida para una excelente selecciones de temas de The Rolling Stones o el acertado Feelin´ Alright de Joe Cocker.
Denzel Washington podría alzarse con su tercer Oscar por esta interpretación odiosa, comprensible, y tierna en sus últimos minutos. Puede recordar a Nicolas Cage en Leaving Las Vegas, pero no tiene nada que ver, Denzel tiene un problema del que no es consciente a diferencia del de Nicolas. El resto de actores del reparto esta muy bien seleccionados, empezando por John Goodman (Argo), que lleva una temporada pletórica y a que aquí sale solo unos minutos, pero arranca hasta aplausos, y Bruce Greenwood (Trece días), eterno secundario, que aquí también demuestra que es capaz de hacer sombras a los más grandes.
El vuelo (Flight) es una película interesante que nos devuelve a un director con el que muchos hemos crecido y añorábamos. Quizá no sea su obra maestra, pero si que esta muy cerca de ser una de sus películas más adultas. Lo que nos cuenta entretendrá a todo tipo de público, y a los más avispados les planteara algún que otro dilema moral.
Lo mejor: La labor de Zemeckis tras las cámaras, la interpretación de Denzel, y la interesante historia que la cinta plantea.
Lo peor: El conflicto amoroso y su personaje son totalmente prescindibles.
Puntuación: 9/10