Tras nada más y nada menos que 10 años sin protagonizar ninguna película, este año ha llegado por fin la última película de Arnold Schwarzenegger, la gran estrella del cine de acción de los 80 y los 90 con títulos del calibre de Terminator, Depredador, Desafío total o Conan El Bárbaro. Y es que como todos sabemos, Arnold ha estado ocupado gobernando el estado norteamericano de California durante dos legislaturas completas. Y bueno… ahora ha vuelto a las pantallas tras su retiro fílmico.
Recordemos que en estos años (la última película de Arnold como protagonista fue la entretenida Terminator 3: La rebelión de las maquinas) le hemos visto en cameos para La vuelta al mundo en 80 Días (aquella versión de Jackie Chan) en Terminator Salvation (como una recreación digital de su yo más joven y musculoso) y sobre todo en los megahits protagonizados por Stallone y compañía: Los Mercenarios y su secuela. Pero ahí acaba todo. Arnold ha estado desaparecido de las pantallas.
Ahora con 66 años de edad (que le pesan… le pesan) vuelve al cine con una modesta producción de 30 millones de dólares en la que interpreta a un sheriff de la frontera de Arizona con México. Es el sheriff de un “pueblito bueno”… como los de los anuncios de Aquarius. Un día, cuando (casi) todos los habitantes del pueblo se van a un partido de fútbol americano del instituto local, en Las Vegas escapa un peligroso narcotraficante interpretado por Eduardo Noriega (Abre los ojos), que secuestra a una agente del FBI, a la que da vida la atractiva Génesis Rodríguez (Al filo del abismo). Así, el jefe del FBI (Forest Whitaker (El último rey de Escocia)) monta todo un dispositivo de búsqueda para atrapar al peligroso narco que va directo al “pueblito bueno”.
Cosas de esas que pasan… en ese “pueblito bueno” solo quedan acompañando a nuestro sheriff los habitantes más peculiares o estereotipados de todos los que viven ahí. Un tarado de las armas interpretado por Johnny Knoxville (Jackass), el ayudante del sheriff (el carismático Luis Guzmán (Atrapado por su pasado)), dos agentes de policía del pueblo (Zach Gilford y Jaimie Alexander (Thor)) y como no el ex novio problemático de la agente de policía local… Rodrigo Santoro (el Xerxes de 300 ahora sin maquillaje). Claro… los únicos que podrán detener al narco y a su peligrosa banda, liderada nada más y nada menos que por Peter Stormare (Dos policías rebeldes 2) serán estos habitantes “pacíficos” del “pueblito bueno”. Y más o menos ya tenemos la película…
¿Qué pasa? Bueno, pues que el director de Encontré al diablo , el surcoreano Kim Ji-woon (que debuta en Hollywood con esta película) sabe dar a la cinta un tono de western y de comedia que sabe muy bien, con lo que el resultado de la cinta es cuanto menos gracioso, está muy bien ejecutado… y para que mentir, tiene su gracia. Casi parece una cinta filmada hace 20 o 25 años. Y eso queda muy chulo en pantalla. Y es que vamos a ver, la película es lo que es. Puro entretenimiento. Tiros, sangre a saco (es bruta como ella sola), palabrotas, frases dilapidarías (Arnold es uno de los más grandes “one-liners” del cine contemporáneo), humor grueso, armas… y coches rápidos. Todo ello en un ambiente rural en pleno desierto, con mucho sol, sudor y calor.
Entonces ¿Qué os vais a encontrar cuando entréis en una sala de cine para ver El último desafío? Pues una película de Arnold Schwarzenegger. Punto. A estas alturas no tengo que explicar que es una película de Arnold Schwarzenegger, creo yo. Eso si, rodada con el peculiar estilo para la acción que tienen los cineastas orientales. Pero eso es todo. No es nada más. No es una película seria, no revela que Arnold sea un gran actor de repente (más bien lo contrario) ni descubre algo nuevo dentro del cine de acción, que parece que en esta década vuelve de nuevo con fuerza tras más de 10 años en dique seco.
¿Recomendable? Claro… si eres fan de Arnold o del cine de acción. Con estas películas yo siempre digo lo mismo ¿Sabes que quieres ver cuando entras en un cine? ¿Sabes lo que te gusta y lo que no? ¿Te apetece una de tiros, hostias, armas y palabrotas? Adelante… sin duda no te defraudará. Ahora, si eres de esos que van a salas de V.O., o te gusta el cine de autor más selecto, desde luego que esta no es tu película. Objetivamente, El último desafío, dentro de sus parámetros… cumple a la perfección.
Lo mejor: El regreso de Arnold Schwarzenegger al cine, ahora siendo un hombre mayor… ¡¡¡y sin músculos!!! De hecho se le ve delgado, pequeño (para lo que ha sido él)… y con dedos deformados por la artritis.
Lo peor: Que Arnold Schwarzenegger no es ese Clint Eastwood actor de hace 20 años. Yo maldije al pensar lo que hubiera podido ser esta película hace 20 años interpretada por Clint.
Puntuación: 7/10
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