…mona se queda. Vaya por delante que soy un fan de Alejandro González Iñárritu (Birdman). Amores perros, 21 gramos, Babel o Beautiful me parecen obras excepcionales y en donde se veía el toque del director mexicano. En Birdman salí fascinado por el arriesgado de la propuesta, pero entreví que Iñárritu había dejado de lado su particular estilo y empezar un nuevo camino. Ahora con El renacido directamente Iñárritu ha abandonado ese estilo que le hizo tan particular para rendirse, de rodillas, ante Emmanuel Lubezki (Gravity) y su fotografía. El resultado es una película visualmente bonita y apabullante, pero que está vacía en el contenido dramático. No tiene emoción, aburre y se hace muy larga.
Y es que Iñárritu ha perdido por completo el rumbo. Se ha crecido y ha comenzado a creerse de verdad que es un director diferente, que tiene ideas revolucionarias y que todo lo que haga va a pasar a la historia. No. Iñárritu era bueno cuando sus películas no pasaban de obras independientes, de autor, de esas que con sólo ver un plano de su cinta sabía de qué director estábamos hablando. En Birdman, como he dicho, perdimos parte de esa autoría. En El Renacido más que reconocer a Iñárritu su trabajo se lo tenemos que reconocer a Lubezki. No hay ningún momento en todo el metraje que me diga que estoy ante una cinta del director mexicano. Ni siquiera cuando se quiere poner intimista con esos primeros planos y la cámara en mano. Y dejar todo a que la fotografía lo salve. Es un error.
Vale que este grabada con luz natural, que se hayan utilizado otro tipo de cámara o que haya intentado cambiar aspectos dentro del cine. Pero con eso no se hace nada ¿dónde está la emoción en la cinta? ¿por qué tendría que ponerme en la piel de los protagonistas? Sinceramente, en ningún momento Iñárritu me da algo para querer empatizar con esos personajes. Ni siquiera en uno de los momentos más dramáticos de la cinta consigue que me emocione. Siempre sé que mi protagonista saldrá adelante, que conseguirá “renacer” y buscar lo busca. Sólo lo consigue en dos puntos, en el inicio y en el final. Toda la parte del desarrollo está alargada, hay secuencias que me sobran y presenta personajes que aún no sé qué tienen que aportar a la trama, como los indios o los franceses. No consigue entretenerme. Me aburre. Además, los planos secuencias comienzan a cansarme con un uso indiscriminado, si narrativamente están justificados genial, pero aquí no. Aquí están por estar.
Quizás en El renacido no sea todo malo. Lo único salvable que veo son las interpretaciones. Y para mí el mejor de la cinta es Tom Hardy (Legend). El actor británico está imperial como el alter ego de nuestro protagonista. Sus apariciones en pantalla son claves y su desarrollo aún más. Es un personaje lleno de odio, razón y que hace lo que hace por salvar su pellejo. No hay más. Leonardo DiCaprio (El lobo de Wall Street) vuelve a realizar una interpretación digna de premios, junto a Hardy son lo mejor de la película. Y sí, posiblemente Leo gane el Oscar, pero sinceramente, lo merece desde hace mucho. También encontramos por aquí a Domhnall Gleeson (Star Wars: El despertar de la fuerza) con un papel pequeño pero interesante.
El renacido es una cinta que, sinceramente, está muy sobrevalorada. Su fotografía y las ansías de Iñárritu de ponerse épico tumban todo por tierra y hacen que se convierta en una cinta aburrida, sin emoción y sin nada que contar. Iñárritu da varios pasos atrás en su filmografía. Una filmografía llena de grandes momentos que aquí se quedan perdidos en su ego y en sus ganas de demostrar que es el mejor. Y eso aburre.
Lo mejor: Leonardo DiCaprio y Tom Hardy
Lo peor: Tiene una hora y media realmente aburrida. No tiene emoción.
Puntuación: 3/10