Leigh Whannell (Insidious 3), uno de los padres de la infinita saga Saw, nos presenta su particular visión del monstruo creado por H.G. Wells hace más de un centenario: El hombre invisible. Whannell escribe y dirige esta producción de bajo presupuesto de la productora especialista en cine de terror o fantástico Blumhouse. Con Elisabeth Moss (Nosotros) como única estrella absoluta de la cinta, El hombre invisible (2020) viene con intención de reventar taquilla mundial.
Whannell ha cogido de la inmortal obra de Wells el título y que hay un personaje invisible, es resto es una adaptación muy libre. El primer cambio lo encontramos en el punto de vista desde el que es contada la historia, en este caso es la mujer protagonista, novia del hombre invisible. Cecilia (Moss) vive acobardada bajo el yugo de su novio. Un día decide huir de la aislada mansión en la que viven juntos y poner tierra de por medio. Días después su novio se suicida dejándole todos sus bienes. Y ahí es donde Cecilia comienza a recibir “extrañas visitas” que harán dudar a sus allegados de si está loca o cuerda. Lo más interesante de esta nueva versión es que está enfocada como critica al maltrato femenino pero sin olvidarse en ningún momento que estamos ante una cinta de terror. Puede que tenga un primer acto demasiado explicativo y reposado pero es necesario para posicionarnos en lo que se le va a venir encima a Cecilia. También es verdad que tiene defectos (todo lo que engloba al can que comparte con el novio) pero por lo general cumple con la expectativas de transmitir el mal rollo que la protagonista está sintiendo al espectador.
Se nota Whannell es intimo de James Wan (Aquaman). Mucho de lo aprendido con este es puesto en escena en El hombre invisible (2020). Ya no solo el dejar el encuadre sostenido por ambos lados para ver por donde viene el susto sino también en sus impecables planos secuencias. Atentos al que engloba todo lo que ocurre en un momento dado en el sanatorio mental. Una combinación de movimientos y efectos especiales de muy buen gusto.
Mención especial para el sonido de la cinta y la inquietante partitura de Benjamin Wallfisch (It: Capítulo 2). Ambos conjugan estupendamente. Puede recordar a las colaboraciones de Zimmer con Nolan, ya que es un técnica similar de crear esa atmósfera a base de ruidos que, en esta ocasión, crean malestar al escucharlos.
Esta claro que es un producto para que su protagonista, Elisabeth Moss, se puede lucir. Que bien se le da llorar y sufrir a esta mujer, y cuando empieza a dar muestras de locura es increíble. Si lugar a duda es una de las grandes bazas de la película. De hecho el resto del reparto esta formado por figuras prácticamente desconocidas o surgidas de la pequeña pantalla. Apuntar que el hombre invisible esta interpretado por el «chulazo» Oliver Jackson-Cohen (La maldición de Hill House).
En resumen, El hombre invisible (2020) es un producto muy divertido, ya que las dos horas que prácticamente dura estas en tensión constante. Al margen del irrisorio presupuesto (apenas un para de localizaciones, mucho interior, pocas estrellas en el reparto…) se nota que Whannell ha cuidado mucho todos los detalles. Un revisión del clásico muy interesante y muy bien enfocada a un tema de rabiosa actualidad (el maltrato femenino).
Lo mejor: La interpretación de Elisabeth Moss y la dirección de Leigh Whannell.
Lo peor: Todo lo que engloba al perro que se pasea por la cinta.
Puntuación: 8/10