Tras Ali G, Borat, y Bruno, Sacha Baron Cohen nos presenta a su nuevo personaje, el dictador Aladeen de la republica de Wadiya. El dictador es una comedia descerebrada de 83 minutos que pasan como un suspiro, entreteniendo al espectador y dando un jarro de agua fría a las falsas democracias.
Aladeen es un dictador bastante bananero donde todo gira en torno a él. Tiene sus propios juegos olímpicos, sus propias películas, incluso su propio lenguaje, pero todo esto hará que las naciones unidas se fijen en él y su programa de armamento nuclear, por lo que este deberá viajar a Nueva York para dar explicaciones. Allí le ocurrirán miles de historia a cada cual más surrealista y graciosa. El guión de propio Baron Cohen puede pecar de ser una sucesión de sketches, pero a diferencia de sus anteriores cintas esta tiene una meta y un fin, y un trasfondo social y político digno de admiración, atentos al discurso final de Aladeen en la naciones unidas, realista y magistral.
El director Larry Charles, que también dirigió las anteriores cintas de Baron Cohen, Borat y Bruno, nos muestra por primera vez un plano desde dentro de un vagina, muy simpático, pero que puede llega a cansar, y encuadrar las peripecias del Aladeen con cierta gracia, algo a lo que ciertas comedias nos tienen acostumbrados. El partido que le saca Larry Charles a la sevillana Plaza de España es más interesante que el que le sacó otros realizadores como George Lucas en El ataque de los clones.
Otro punto fuerte de esta comedia es la selecciona musical, que es grandiosa, principalmente porque esta compuesta de temas populares como, 9 to 5 de Dolly Parton o Everybody hurts de R.E.M., versionados por artistas árabes como Michelle J. Nasser o Mc Rai, respectivamente.
Sacha Baron Cohen (La invención de Hugo) vuelve a demostrar que como cómico no tiene precio, sin duda su interpretación de Aladeen es más simpática que la de sus personajes anteriores, quizá porque esto es íntegramente una película de sketches y no un falso documental de sketches donde su persona hacía reír pero no sentir. Baron Cohen está acompañado de la guapa Anna Faris (Un conejita en el campus), que no está mal, pero es eclipsada por Baron Cohen y por la cantidad de cameos que pueblan la cinta como Edward Norton (El club de la lucha) o Megan Fox (Transformers). Mención especial se merece la aparición de Bobby Lee (2 colgaos muy fumaos) quien con 2 apariciones se gana el aplauso del respetable.
En resumen, nos encontramos frente a la película más redonda de este cómico, no solo porque es una historia con principio y final, sino porque contiene chistes buenos, y una gran dosis de crítica a la democracia.
Lo mejor: El discurso en las naciones unidas.
Lo peor: La secuencia del parto se hace larga.
Puntuación: 8/10