Una de las cintas más esperadas de esta temporada y uno de los primeros grandes “bluffs” del otoño es El corredor del laberinto, una cinta aparentemente intensa pero aburrida donde el misterio se alarga hasta sus siguiente secuelas. Dirigida por el debutante Wes Ball, El corredor del laberinto se basa en la novela homónima de James Dashner y es el primer capítulo de un serie que pretende tomar el relevo de Los juegos del hambre o Divergente.
Un chico despierta en un elevador que le deja en medio de un prado sin recordar nada de lo anterior a ese momento. Ese prado esta acotado por una muralla con una puerta que da a un laberinto. En el prado no esta solo, hay muchos chicos de su edad que tampoco terminan de saber muy bien que hace allí (igual que el espectador) pero se organizan como un grupo. Entre ellos cada uno tiene su función, y la más “cool” es ser corredor. Estos recorren el laberinto buscando una salida, pero han de regresar antes del anochecer, pues la puerta se cierra y quedan atrapados para siempre. El corredor del laberinto en la primera novela de una serie de tres, más una precuela, lo que asegura a sus responsables un puesto de trabajo para unos años. Esta primera entrega es un poco desastrosa pues han querido jugar a mantener el secreto de lo que ocurre hasta el final de la cinta, y aun así no queda nada claro, salvo que esto es la fase 1. A pesar de ese misterio que rodea a todo, la historia no aguanta, se hace aburrida conforme avanzan los minutos.
El debutante Wes Ball, curtido en el campo de los efectos especiales y realizador de una infinidad de «making of», es la baza más interesante de esta cinta. Ball sabe preparar muy bien la escena y llamar la atención a pesar de que lo cuente tenga nulo interés. Como carta de presentación puede valer gracias a momentos como la exposición de el laberinto y los corredores, el primer momento tenso en este, y su primer final. Escribo primer final, porque tiene otro mega abierto para la secuela. Haberse querido marcar un Los juegos del hambre: En llamas al final de la cinta es algo pretencioso para una primera entrega. Se puede hacer cuando has consolidado la franquicia pero si no hay más secuelas, la cinta queda muy vacía.
El elenco principal lo forman el televisivo Dylan O´Brien (Teen Wolf), que no molesta pero tampoco apasiona a la audiencia, la televisiva Kaya Scodelario (Skins) quien tiene un papel minúsculo en comparación con la novela, y la sorpresa de la cinta, Will Poulter (Somos los Miller). A Will le tenemos más vinculado al mundo de la comedia, y aquí demuestra que también puede ser un gran cabronazo.
En resumen, ya se ha confirmado que Fox tiene los derechos y ha puesto en marcha la secuela, pero podríamos esta ante un caso similar al de Las crónicas de Narnia. Aquella franquicia parecía que venia a quedarse pero cada producto que salía era peor que el anterior y cancelaron las secuela que había en marcha. El corredor del laberinto puede entusiasmar pero creo que esta más cerca de crispar la atención del espectador.
Lo mejor: La dirección de Wes Ball.
Lo peor: El no contar nada y generar dudas esta bien para una serie de televisión, pero el cine es diferente.
Puntuación: 3/10
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