El bosque de los suicidios: No te salgas del sendero

Pocos veces el cine de terror sorprende y El bosque de los suicidios no es una de esas veces. A medio camino entre el terror más simple y el drama familiar, la nueva película protagonizada por la chica de Juego de tronos Natalie Dormer (Los juegos del hambre: Sinsajo – Parte 2) es un rollo con un par de sustos trillados y una historia que ni sorprende ni asusta. El director debutante Jason Zada conoce la reglas del juego pero parece que no quiere aprovecharlas.

Natalie Dormer en El bosque de los suicidios

Natalie Dormer en El bosque de los suicidios

Según algunas fuentes El bosque de los suicidios se basa en una historia real, pero al parecer como ha habido problemas de plagio (ya que hay un comic del mismo nombre y con una historia muy similar) ese detalle se ha omitido de ser comentado en la película que ahora nos ocupa. El caso es que un gemela va en busca de su hermana a Japón, pues ha desaparecido en el bosque Aokigahara. Este bosque es conocido mundialmente por ser el lugar escogido por los suicidas para quitarse la vida, y se dice que esta maldito. Pues bien, la chica se mete de lleno en este mar de arboles para encontrar a su hermana, y allí se encontrará con sus fantasmas del pasado. La historia puede resultar atrayente, pero esta llena de lagunas, quiere jugar a engañarnos con trucos mil veces vistos, y por supuesto dentro de los escasos personajes, hay alguno de ellos que aparece para advertir y luego desaparece para volver a aparecer en el momento adecuado. Lo de siempre pero con un tono de cine de terror japonés añejo, de aquel que dominaba la cartelera a principios de siglo, pero ahora ya resulta muy visto.

Zada se esfuerza y consigue un par de sustos, que aunque se vean venir, funcionan. Pero aún así, no sabe aprovechar la atmosfera y los momentos que crear. En esos sustos que funcionan, no aprovecha el momento para volver a darnos otro susto, lo deja pasar y eso hace que la poca tensión que ofrece la historia se pierda. Según arranca la cinta, parece que todo promete mucho, pues con un montaje bastante picado se mete de lleno en la acción, pero conforme esta avanza, se hace un poco cuesta arriba, y eso que dura poco más de 90 minutos. Apuntar también que El bosque de los suicidios se apunta a la moda de incluir una escena donde se usa la linterna del móvil para darnos algún susto, como ya hemos visto en otras cintas como Sinister.

Taylor Kinney en El bosque de los suicidios

Taylor Kinney en El bosque de los suicidios

El reclamo más potente de la cinta es Dormer, que podemos disfrutar de rubia o morena pues interpreta a las gemelas. En ningún momento, si no es por el cabello, notamos diferencia alguna en su interpretación. No es que sea una película potencialmente a presentarse a premios, pero que la actriz inglesa no muestre ningún matiz diferente entre una hermana y la otra, resulta bastante desastroso. También se pasea por la cinta el guapo de Taylor Kinney (La noche más oscura), un personaje de esos que nos tienen que hacer dudar, pero con sus rígida expresión constante no lo consigue. Si alguien sabe que pasa con este personaje al final de la cinta, que nos deje un comentario más abajo. Luego también  salen un par de actores asiáticos para dar empaque local y ya esta, nada más reseñable.

En resumen, El bosque de los suicidios puede resultar bonito de ver, visitar y conocer en su versión real, pero en su versión cinematográfica es bastante desastre, y no hemos hablado de las líneas de dialogo que producen alguna que otra carcajada. La historia esta trilladísima, los actores poco trabajadores, los sustos de andar por casa, y los fantasmas de paseo por el bosque.

Lo mejor: Ver a Natalie Dormer de rubia y de morena

Lo peor: No funciona ni como entretenimiento para una tarde aburrida.

Puntuación: 2/10

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