Christopher Nolan (Interstellar) ha dado un paso de gigante en su filmografía. Tras demostrar su maestría en el mundo de la ciencia ficción y en los superhéroes, el director británico da un salto hacía el realismo cinematográfico con Dunkerque, quizás lo mejor de su filmografía. Dunkerque es una obra maestra del cine bélico contemporáneo tanto a nivel visual como sonoro. Es un ejercicio tan apabullante que desde el minuto uno estás en tensión con la historia, con los soldados y con la guerra. Dunkerque es mostrar, con maestría, los peores momentos de una retirada o la espera de cualquier cosa que te lleve a tu hogar, lejos de la infernal guerra. Durante sus 107 minutos, Nolan y Hans Zimmer (La banda sonora es un personaje más), hacen que te agarres a la butaca y no la sueltes en ningún momento. Dunkerque es cine en cada uno de sus fotogramas.
Dunkerque es un trabajo mastodóntico de un director mastodóntico. Christopher Nolan no sólo se limita a mostrar un momento de la guerra, sino que nos hace partícipes de ella con una ambientación increíble y un trabajo sonoro de los que merecen ser recordados. Desde que Dunkerque empieza hasta que termina, sientes que las balas pasan cerca de ti, que las bombas han explotado a centímetros de tu asiento y cada paso que dan nuestros protagonistas puede ser el último, y Nolan consigue en ello épica. Ninguno está a salvo, en cualquier momento una bala o un mortero puede poner fin a los protagonistas del film. La tensión a la que es sometido el espectador es increíble, pero una tensión buena, de las que necesita en muchas ocasiones el cine para convertirse en ese arte que es. Y si el sonido es espectacular, la BSO de Hans Zimmer hará que dejemos las uñas en el asiento.
Y es que todo esto, ayudado con el poderío visual al que nos tiene acostumbrados Christopher Nolan, consiguen que vivamos la guerra. Que cada litro de sangre de nuestro cuerpo siente belicismos, que queramos sobrepasar la pantalla para intentar ayudar también, que nos agachemos al ver pasar aviones por encima de los militares o que cuando una bala sale disparada de un arma sintamos eso. Dunkerque es cine puro. Además, los diálogos son mínimo, simplemente se escucha alguna conversación aislada, pero la mayoría del tiempo estamos solos ante la banda sonora y el sonido de las armas. Además, los actores cumplen su cometido de empatizar con ellos. Así tenemos a Tom Hardy (Mad Max: Furia en la carretera), Mark Rylance (Mi amigo el gigante), Kenneth Branagh (Cenicienta), Cillian Murphy (Origen) o Harry Styles (Cantante de One Direction) que forman un reparto de primera.
Dunkerque es una experiencia audiovisual única. Es una obra maestra contemporánea del cine bélico y, porqué no decirlo, del cine en general. Es una de las mejores cintas del año. Christopher Nolan consigue superarse una vez más y nos regala algo que pensábamos que no podría, una experiencia inmersiva y apabullante que conseguirá que más de uno salga aterrorizado de la cinta, no porque sea de terror, sino porque su reflejo de la guerra es realmente terrorífico. Ya que no es una cinta de guerra, es de supervivencia. Magnífica.
Lo mejor: Todo.
Lo peor: Que no quieres que acabe nunca.
Puntuación: 10/10