Dumbo (2019): Realismo mágico

Disney sigue con la recreación en imagen real de su catálogo y ahora le toca el turno al clásico número cuatro, Dumbo. Podemos afirmar que Dumbo (2019) es hasta el momento una de las propuestas más interesantes que nos ha lanzado la compañía del ratón Mickey. Tim Burton (El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares) filma con bastante acierto el guión original de Ehren Kruger (Ghost in the Shell: El alma de la máquina) y se rodea de amigos como Michael Keaton (Spider-Man: Homecoming), Danny DeVito (Smallfoot) o Eva Green (Basada En Hechos Reales) para dar rienda suelta a un fantasía, que al igual que ocurría con la versión de 1941, navega entre lo bello y lo siniestro.

Dumbo (2019) se olvida de ratones parlanchines, elefantas criticonas y cigüeñas estresadas, para contarnos la historia de un padre de familia que regresa a casa después de la guerra para cuidar de sus hijos. Unos hijos que tras la muerte de su madre se han criado en el ¿maravilloso? mundo del circo. El padre llega tullido de la guerra por lo que no puede recuperar su estatus de estrella circense y es relegado a cuidar de los elefantes. Allí conocerá a Dumbo, un elefante de orejas grandes y corazón inmenso. El guion del irregular Ehren Kruger es todo un acierto, pues es una historia completamente nueva que incluye breves insertos (a nivel de homenaje) del clásico del siglo pasado. Kruger juega a contar la historia del elefante paralelamente a la de los dos hijos del ex militar. Es una historia de buen corazón pero bastante cruda y oscura. No es que resulte original del todo, pero sí muy diferente de lo que podíamos esperar de un producto de esta factoría.

Tras la cámara encontramos a Tim Burton, quien parece haber disfrutado de lo lindo y nos deja varios momentos para el recuerdo. El primer vuelo de Dumbo junto con el personaje de Eva Green, todo lo que acontece en el área más oscuro de ese parque temático donde se narra la mitad del film, y por supuesto esa escena final o epílogo que recuerda mucho a otra de las grandes obras de este autor: Big Fish. Esos son las escenas cumbres de una cinta que pasa en un suspiro y que al igual que otra obras del autor, casi todos los planos están retocados digitalmente de una manera que roza la fantasía. La fotografía es de Ben Davis (Capitana Marvel), muy acostumbrado a trabajar con planos muy elaborados en postproducción.

Pieza fundamental de apoyo a la narración es la partitura del imprescindible colaborador de Burton: Danny Elfman (El Grinch). Un sinfonía totalmente nueva pero que recuerda a otras colaboraciones con el director de Ed Wood. Mención especial para los temas de Keaton y DeVito, que no por casualidad recuerdan mucho a los de Batman vuelve.

Si bien Colin Farrell (Viudas) no está mal de todo, es totalmente eclipsado por el resto del reparto. DeVito vuelve a recuperar su papel de dueño entrañable del circo (muy en la línea de Big Fish), Green fantástica (como siempre), y Keaton parece que ha nacido para ser villano. Mención especial para los niños debutantes Nico Parker y Finley Hobbins, que también son eclipsado en más de un momento por el elefante digital pero que no resultan ni cansinos ni insoportables.

En resumen, Dumbo (2019) es un producto original (dentro de esa estela de rehechos que estamos sufriendo anualmente y que esta año culmina con dos reinterpretaciones más (Aladdin y El Rey León)) que conmueve y hasta nos puede llegar al corazón. Quizá sea un cinta más cercana al público adulto que al infantil, pero lo que está claro es que hemos recuperado al mejor Burton en mucho tiempo.

Lo mejor: Dentro de su espectro es un cinta original perfectamente llevada, y con un estupendo tempo de emociones.

Lo peor: Es una película dirigida a un público más adulto. Un niño podría llegar a aburrirse.

Puntuación: 8/10