Tras la sorpresa del abandono de Scott Derrickson (Líbranos del mal), director de Doctor Strange (Doctor Extraño) por diferencias creativas, a muchos nos sorprendió que Sam Raimi (Oz: Un mundo de fantasía) se hiciera cargo de esta secuela del hechicero de Marvel. Todo es bastante desconcertante, pues Derrickson se marchó alegando que quería hacer una película más terrorífica, cosa que Raimi, salvando las distancias, es lo que ha hecho con este nuevo episodio. Y es que nos encontramos ante la película más oscura del universo cinematográfico de Marvel hasta la fecha. Benedict Cumberbatch (El poder del perro) repite como el Dr. Stephen Strange, al que secundan las siempre interesantes Elizabeth Olsen (Bruja Escarlata y Visión) y Rachel McAdams (Noche de juegos), y la debutante en el UCM, Xochitl Gomez (El Club de las Canguro).
Tras los hechos acontecidos en Spider-Man: No Way Home, el Doctor Strange tiene pesadillas con diferentes realidades, que resultan formar parte del multiverso. A partir de ese momento se desata la aventura. Y hasta aquí contaremos de la historia, a grandes rasgos, pues el guión de Michael Waldron (Loki) no es perfecto, pero es mucho más adulto que anteriores cintas de Marvel, ya que todo en gira alrededor de la felicidad y la falsa felicidad en la que se encuentran ciertos personajes del UCM. Sigue teniendo sus chistes, como en todas las películas de la casa de las ideas, pero no hay tantos, y algunos hasta resultan un poco negros (imaginamos que serán impuesto por el propio director de la cinta). No es necesario haber visto cintas anteriores ni las series para poder disfrutar de esta aventura, pero si se quiere sacar todo el jugo es conveniente conocer las series de ¿Qué pasaría si…? y Bruja Escarlata y Visión.
Nos quedamos con ganas de saber cómo hubiera sido la cinta con Derrickson a los mandos, ya que la visión de Raimi es mucho más oscura de lo esperado. Y es que el director de Arrástrame al infierno ha dado rienda suelta a todo su ingenio rindiendo homenajes a toda su filmografía, empezando por ese final que podría incluirse en El ejército de las tinieblas, o muchos planos que nos evocan a los personajes poseídos de Posesión infernal. Indudablemente no sería una película de Raimi si no saliera el protagonista de estas dos últimas cintas mencionadas. Tampoco falta un poco de sangre y por supuesto “algo de gore” en off (atentos a como soluciones que un personaje sea partido en dos). Sus planos aberrantes también en están presentes en varios momentos de la película. Pero quizá lo interesante es el ritmo que tiene la película. Sus algo más de 2 horas pasan en suspiro gracias al montaje de «montaña rusa» que impregnan al film el colaborador habitual de Raimi, Bob Murawski (Al otro lado del viento) y Tia Nolan (Superintelligence).
Como era de esperar Danny Elfman (Men In Black: International), colaborador habitual del director de Spider-Man, toma el relevo del compositor de la primera entrega Michael Giacchino, y compone una partitura totalmente nueva, fuera de lo que nos suele tener acostumbrado, y manteniendo el tema original del personaje. Es una banda sonora, por momentos, inquietante. Quizá no sea de las más recordadas, pero acompaña a las imágenes estupendamente.
Cumberbatch nació para ser Stephen Strange. Una vez demuestra que la maquinaria que mueve Marvel estuvo muy acertada al escoger al actor inglés. En esta entrega luce su faceta más dramática hasta el momento, y así lo atestigua en el momento que “recuerda” su pasado. Elizabeth Olsen está a la altura en todo momento, con un par de momento que harán saltar al espectador de la butaca. La actriz californiana es terroríficamente excelente. Y respeto a la nueva incorporación al grupo de superhéroes, la también californiana Xochitl Gomez, es capaz de colocarse en medio de estas dos grandes estrellas y no achantarse. Es también el componente juvenil y “divertido” que necesitaba el film para suavizar el argumento.
En resumen, Doctor Strange en el multiverso de la locura es mucho mejor película de lo esperado. Tras el abandono de su director y la contratación de un artesano como Raimi, nadie se esperaba que el papa de Darkman iba a tener tanta libertad como para hacer un producto tan personal (dentro de lo que Marvel suele dejar hacer), y lo mejor de todo es que nos deja con ganas de mucho más Doctor Strange. Un acierto
Lo mejor: La dirección de Raimi.
Lo peor: Algunos detalles de guión.
Puntuación: 8/10