Cry Macho: El ocaso del cowboy

Vuelve el hombre de una sola toma. Vuelve el director más longevo (91 años) en activo. Vuelve Clint Eastwood (Richard Jewell), y lo hace en la triple faceta de director, productor y actor en la sencilla cinta Cry Macho. Parece un remake agradable de Gran Torino. Aquí no hay mala leche, y no desprende la fuerza de aquella, pero hay buenas intenciones. Le acompaña en casi todas las escenas de la cinta el joven y debutante en la gran pantalla Eduardo Minett.

Un cowboy retirado, y en horas bajas, se embarca en la búsqueda por México de el hijo de un antiguo compañero, para traerlo de regreso a los Estados Unidos. Durante el viaje ambos personajes aprenderán lecciones de la vida. Temas como la religión, la familia, la educación o el comportamiento se entablan durante todo el trayecto. Así de sencilla es la historia. Una película de apenas 104 (créditos incluidos) que no inventa nada nuevo, no es nada intensa, y solo intenta agradar al espectador. Puede pecar de contener algunos momentos sonrojantes pero es que Clint ya no está en la forma física de hace una década.

Un vez más Eastwood vuelve a demostrar que es un director, que a pesar de su edad, sigue moviendo la cámara de una manera magistral. Además es muy consciente de que en muchas ocasiones lo sencillo resulta más interesante que las florituras visuales y es que como apuntaba en el párrafo anterior, Clint ya está mayor. Secuencias donde debe montar a un caballo ya no las puede interpretar él, y la elección de un doble y rodar de cerca no se contempla. A ello hay que sumarle la estupenda fotografía de Ben Davis (Dumbo (2019)), quien no regala momentos como ese anochecer en México o la secuencia de la iglesia.

Mención especial para la partitura de Mark Mancina (Vaiana) que se adaptado muy bien a los sonidos característicos de las películas de Eastwood. No falta el ya emblemático tema melancólico que se convierte en la estructura de toda la banda sonora. Y como virtuoso de la guitarra, Mancina se apoya en ella en casi todos los temas.

Como ya he comentado varias veces en esta crítica, Eastwood ya no está para ponerse delante del cámara. Se nota que le cuesta andar y mucho más bailar. Sigue siendo un “abuelito encantador” pero debería haber escogido a otro actor para interpretar al personaje. Eso no quita que nos regale momentos como la cena la familia mexicana o el relato de la iglesia. El debutante Minett esta ahí para dar la réplica y poco más. Lo tenía bastante sencilla para intentar emocionarnos, pero no lo consigue.

En resumen, Cry Macho es una cinta que después de su estupendo tráiler se esperaba mucho de ella, y se queda en una cinta más del director. Esperemos que no sea esta la última cinta dirigida por uno de grandes maestro del cine.

Lo mejor: La dirección de Eastwood y la fotografía de Ben Davis.

Lo peor: Clint ya no está para ponerse delante de la cámara.

Puntuación: 5/10