Un vez más Disney no deja descansar su legado cinematográfico de animación y ahora ha decidido rejuvenecer la emblemática película 101 Dálmatas desde el punto de vista de la génesis de su villana en Cruella. En 1996 ya se realizo una adaptación (bastante fiel) de este clásico numero 17 que contó con la gran Gleen Close (La buena esposa) en el mítico papel de Cruella DeVil. Ahora Emma Stone (Zombieland: Mata y remata) es quien encarna a esta egocéntrica fanática de los abrigos de pieles en sus tiempos mozos. Intenta entretenernos, con un guión interminable, el prestigioso director Craig Gillespie (Yo, Tonya).
Estella es una niña rebelde, que sufre acoso escolar, que cuando pierde a su madre tiene que buscarse la vida en el Londres de los años 70. Descubrirá su pasión por la moda a través de los ojos de La Barones y bla bla bla (omitimos más información para no hacer spoilers)… y más tarde acabará convirtiéndose en Cruella DeVil. Esta vez la casa del ratón Mickey ha decido apostar por un guión claramente dirigido a un publico más adolescente o adulto. Se ha olvidado de los más pequeños para explicarnos porque Cruella DeVil llega a ser lo que es y como lo es. Puede recordar en algunos momentos a El diablo se viste de Prada (pero no tiene la mala leche que tenia aquella) e incluso hay ecos de Joker en su historia (en algunos momentos pretende hacer una reflexión en la locura del personaje, pero se queda lejos de la cinta de Phillips) pero Cruella pretende contar algo nuevo y termina siendo monótona, reiterativa y predecible. Y para rematar Disney vuelve a crear un personaje “adorable” de uno de sus villanos más significativos, algo que ya ocurrió con Maléfica y su innecesaria secuela.
Gillespie es muy consciente del producto que tiene entre manos y lo adorna con una realización muy cercana al videoclip y un montaje muy picado. Y para enmascarar su aburrido guion lo ha plagado todo de una selección de canciones orientada a un publico que ya peina canas. The Doors, Queen, Blondie… y The Rolling Stones, por partida doble, son algunos de los artistas que acompañan a las imágenes de Cruella. Gillespie nos regala grandes momentos en cada uno de los desfiles donde Cruella es la protagonista, y es por estos momentos por los que la película prevalece un par de días más en la cabeza tras su visionado.
Al margen del espectacular mundo de Cruella (ambientación, vestuario y maquillaje) otra de los elementos plausibles de la película es su excelente reparto encabezado por Emma Stone y Emma Thompson (Last Christmas). Ambas ganadoras del Oscar están magnificas. La primera transmite muy bien la impotencia al principio, y el odio y la venganza después, mientras que la segunda es capaz de estar a la altura derrochando ironía y falsa sonrisa en cada uno de sus encuentros. Mención especial para los dos sicarios que acompañan a Stone en casi toda la aventura y que lucen los rostros del siempre interesante Paul Walter Hauser (Richard Jewell) y el sorprendente Joel Fry (Yesterday).
En resumen, no esta mal dirigida, tiene dos actrices en estado de gracia, las canciones que la adornan son muy molonas, los trajes y decorados son impresionaste pero la historia es larga y repetitiva lo que se transforma en un producto aburrido. Es una pena que para una vez que Disney arriesga con un film dirigido a un publico diferente al habitual se quede todo en agua de borrajas.
Lo mejor: Emma Stone, Emma Thompson, el vestuario y la dirección artística.
Lo peor: Abruma bastante e intenta blanquear la imagen de otro villano antológico.
Puntuación: 4/10