Con amor, Simon: ¿La ficción normalizada?

No le suele ocurrir a demasiadas películas, pero algunas tienen su importancia en algún elemento extra cinematográfico. En el caso de Con amor, Simon es el hecho de ser la primera comedia romántica de estudio (20th Century FOX) protagonizada por un personaje homosexual, no obstante, esta circunstancia no debería desvirtuar las fortalezas o flaquezas del filme ni encumbrarlo por el mero hecho de suponer un avance en cuanto a la visibilidad en el cine de masas con películas lideradas por roles LGTB. También es cierto que parte del público pueda disfrutar a otros niveles esta propuesta porque puede ver, por primera vez en su formación cinematográfica, un coming of age con un protagonista con sus mismos temores y sentirse identificado absolutamente, cuando hasta el momento era bastante huérfano en este sentido.

Nick Robinson en Con amor, Simon

Nick Robinson en Con amor, Simon

Ahora bien, ¿es Con amor, Simon una buena película más allá de su repercusión? La respuesta es sí. El subgénero de la rom-com está plagado de malas películas, varias de buenas o notables y pocas excelentes. El nuevo trabajo de Greg Berlanti forma parte del segundo grupo. Aúna todos los tópicos, como cualquier espectador espera encontrarse ante un proyecto de estas características, y también posee la dosis justa y acertada de nostalgia (de una época pasada, la adolescencia) y de almíbar permitido para no caer en lo excesivamente ñoño. La principal virtud de esta adaptación de la novela de Becky Albertalli es disponer de un relato bienintencionado y positivo, alejado del tremendismo (Brokeback Mountain, La vida de Adèle, Philadelphia etc.), a veces más vitalista como en Call Me by Your Name; que acostumbra a impregnar las películas de historias de amor homosexual.

Con amor, Simon es como Dieciséis velas, El club de los cinco o American Pie. Todo en uno. Comedia de instituto, oda a la amistad y escatológica en contadas ocasiones; el cine de los 80 y 90 trasladado con acierto al cine contemporáneo, a la generación millennial y Z. Los jóvenes de hoy demandan nuevas historias y aquí tienen una que rinde homenaje a la tradición del cine americano en este subgénero y amolda su espíritu a estas peticiones. No hay nada nuevo en ella, todo se ha plasmado decenas de ocasiones en cintas similares, pero su desarrollo tan pulcro y bondadoso proporcionan uno de los relatos más emocionantes del verano. El punto más débil del guion es una primera parte resulta algo alargada, en un cierto punto la película parece no despegar del todo hasta que el gran secreto es revelado a toda la comunidad estudiantil.

El personaje de Simon es la gran baza del filme, de eso no hay duda, y es de agradecer encontrarse con un protagonista nada heroico, sino uno que presenta todas las aristas de su autoconocimiento, por ejemplo, las consecuencias de sus actos al manipular a sus amigos cercanos para evitar ser descubierto o sus miedos más internos por los prejuicios sociales. También resulta especialmente remarcable el papel que desempeñan los padres de Simon: no son los típicos que reniegan o dejan de tratar igual a su hijo, al contrario, lo viven junto a él. Muchas historias de amor a lo largo de la historia de la ficción, ya se literaria o cinematográfica, han sido epistolares. La generación Z ya no sabe lo que es una carta, pero Con amor, Simon tiene la pertinentemente misma estructura (con una voz en off que nunca es cargante) para la historia de amor entre Simon y Blue desarrollándose a partir de e-mails cruzados tras un post en el blog del instituto.

Nick Robinson, Talitha Eliana Bateman, Jennifer Garner, Josh Duhamel en Con amor, Simon

Nick Robinson, Talitha Eliana Bateman, Jennifer Garner, Josh Duhamel en Con amor, Simon

Evidentemente, la historia de amor tiene un final feliz. Porque el cine para estas historias siempre ha sido dulce, soñador y ñoño; no es ningún spoiler, es evidenciar la lógica de todas las rom-com desde el Hollywood clásico. Simplemente ahora los protagonistas son homosexuales. El término «película necesaria» no suele gustar, a un servidor tampoco, pero quizás, en esta ocasión, se permita la licencia. Con amor, Simon es una divertida y reivindicativa comedia romántica que pronto debería ser una tónica general y no una excepción.

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