Cats: La debacle musical del año

Tom Hooper alcanzó la cima de su carrera hace exactamente diez años cuando se alzó con el Oscar a mejor director por El discurso del Rey. Tras aquello decidió arriesgarse al llevar al cine Los miserables, y lo cierto es que consiguió salir airoso. La chica danesa ya dejó entrever que el director parecía atravesar una crisis creativa importante. Pero lo que no nos imaginábamos es que con Cats iba a cavar la tumba de su carrera cinematográfica. No sé en qué punto, desde 2015 a esta parte, Hooper decide que es buena idea adaptar Cats al cine y convertir a sus actores en gatos CGI. No sé en que punto consigue convencer a un elenco lleno de actores de renombre, y alguna cara nueva, para que intenten sacar adelante algo que ya estaba muerto desde el momento de convertir a los actores en CGI. Cats es peor de lo que cabía esperar. El guion es horrible, la dirección peor y algunas actuaciones son directamente denunciables. Su único punto positivo es que, instrumentalmente, te hará agitar la cabeza en la sala y que sus noventa minutos de duración hacen que el suplicio de aguantarla no sea excesivo.

Francesca Hayward en Cats

Francesca Hayward en Cats

Los musicales modernos empiezan con una secuencia realmente espectacular que hace que al publico le entren ganas de seguir descubriendo que acontece en su argumento o a sus personajes. Me viene a la cabeza Moulin Rouge, de Baz Luhrmann, que comenzaba con Ewan McGregor llorando y escribiendo la historia que había vivido. O, recientemente, La ciudad de las estrellas (La la land), de Damien Chazelle, que arrancaba con el número musical de la autopista. E incluso Los miserables, del propio Tom Hooper, tenía una de las secuencias de arranque más épicas con la introducción de un barco en el puerto. Pero Cats no lo tiene. No tiene un arranque excesivamente recordable para enganchar al público y, después de eso, todos los números musicales se van sucediendo uno tras otro sin freno y no te da tiempo a saber que está pasando en pantalla. Mientras estás viendo el número musical, nos movemos hacia otra ubicación donde va a tener lugar el nuevo número musical y todo ello sin tiempo para pensar en el número que hemos visto cinco segundos antes. Y, además, están tan mal montados, tan mal escenografiados que vuelven loco al espectador. Creo que algo en lo que los musicales tienen que incidir mucho es en su puesta en escena, y la planificación de Cats es horrorosa.

Y todo eso se traspasa a los actores que, intentando llevar lo mejor posible lo que les ha tocado, no consiguen salvar la debacle. Duele mucho ver a Judi Dench (La espía roja) o Ian Mckellen (La gran mentira) deambular por la película lamiendo agua de un plato, bufando al aire o simplemente ver su cara implementada en gato CGI. Cada vez que los ves en pantalla dolía. Igual que ver a Rebel Wilson (Dando la nota 3) y James Corden (Into the Woods) haciendo una de las interpretaciones más ridículas de los últimos años. Francesca Hayward, que debuta, hace lo que puede con su personaje, pero sin más. Jennifer Hudson (Dreamgirls) es la que parece tomarse algo más en serio todo el tema y puede convertirse en lo mejor de la cinta, lástima que su momento Memory quede demasiado frío porque todo lo que se ha visto antes no invita a la emoción. Jason Derulo y Taylor Swift pasean palmito y se lo pasan bien, pero sin demasiado que ofrecer. Teniendo este elenco, lo normal es conseguir que ellos puedan levantar la cinta, pero ni con esas. Por no hablar de Idris Elba (Hobbs & Shaw), que realiza una de las peores actuaciones del año.

Taylor Swift en Cats

Taylor Swift en Cats

Cats es, definitivamente, una debacle musical y cinematográfica. Ni las canciones pueden salvar el conjunto. Tom Hooper, como he dicho antes, cava su propia tumba, ofreciendo un espectáculo vacío de cualquier sentimiento posible y que no llega a emocionar en ningún momento. Al final lo que se siente es terror al ver a esos gatos creados por CGI con caras humanas, o a las cucarachas y ratones con caras humanas, que realmente dan miedo. Posiblemente, uno de los peores musicales que se han hecho en mucho tiempo.

Puntuación: 1/10

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