La comedia romántica siempre ha sido un género que funciona en taquilla, pero es verdad que necesita algo de renovación para los tiempos que corren, y ahí es donde aparece Casi imposible. Toda una sorpresa que hará las delicias de los fans de la comedia gamberra, ya que es una prolongación de esta pero en clave de romance. Jonathan Levine (Los tres reyes malos) que adaptó con interés (aunque poca fortuna) la comedia romántica al mundo muerto viviente con Memorias de un zombie adolescente , es el responsable de hacer que lo grotesco y lo bonito puedan pasear de la mano. Charlize Theron (Tully) y Seth Rogen (The Disaster Artist) forman una peculiar pareja.
La secretaria de estado decide presentar candidatura en las próximas elecciones a la presidencia de Estados Unidos. Para ayudarla con sus discursos contrata a un viejo amigo que, recientemente, ha abandonado su trabajo como periodista por sus ideales. En un momento de tensión ambos inician un entrañable (y casi imposible) romance. Esta es básicamente la premisa de Casi imposible, una cinta llena de referencias a Pretty Woman y que recuerda mucho a Notting Hill en toda su estructura narrativa. El acierto de Casi imposible radica en convertir la comedia romántica clásica en algo más gamberro pero sin llegar a faltar al respeto. Es muy interesante como se mofan de toda la nostalgia que nos rodean actualmente, para en un momento dado usarla en su propio favor. También hay muchos dardos envenados hacia la política actual, y es que el presidente que gobierna EE.UU. en la ficción es uno de los personajes más divertidos de la cinta.
Levine mueve la cámara con soltura, y juega a conmovernos en varios momentos. Quizá el más llamativo es del baile, donde se lleva la secuencia a la cocina, lejos del mundanal ruido. El final también está bien resuelto, pero recuerda mucho al de otro cinta romántica por excelencia. El pero más grande que se le puede sacar a la cinta es que, siendo un comedia gamberra tiene que caer en algún momento escatológico, pero este está perfectamente justificado para que las nuevas generaciones se puedan identificar un poco más con uno de los personajes.
Indudablemente el 50% de que la película sea una cinta bastante interesante es Charlize Theron haciendo comedia, algo que debería hacer más a menudo. La secuencia en la que tiene que dar la cara en un conflicto, después de haberse corrido una juerga, será una de la escenas por las que la recordaremos siempre a ella y a la película. La bella sudafricana ha encontrado su perfecta bestia en Rogen, un tipo que lleva toda la vida haciendo el mismo papel, y que según le caiga al espectador gozará de mayor o menor disfrute de la proyección. Hay que reconocerle que básicamente en algunos momentos es él quien sostiene el ritmo de chistes y gracias, y ese arranque que da pie a un chiste recurrente durante toda la película, es simplemente divertidísimo.
En resumen, contra todo pronóstico Casi imposible se convierte en una de las comedias románticas más interesantes que posiblemente veamos en este año. Todo funciona estupendamente, salvo el exceso de duración al que últimamente está sometido el género, que si bien en este caso no resulta molesto del todo, es verdad que se puede contar lo mismo en menos tiempo. y es que los preliminares alrededor del mundo son graciosos pero demasiado reiterativos.
Lo mejor: Charlize Theron.
Lo peor: Su excesiva duración (aunque en este caso no resulte muy molesta del todo).
Puntuación: 7/10