Posiblemente Capitán América: Civil War sea la película de súper héroes más importante que se ha realizado hasta la fecha. Es una película que habla sobre la lealtad, sobre las consecuencias de los propios actos y de la responsabilidad que tiene cada uno en lo que ha sucedido en el pasado. Por todo esto y mucho más, Capitán América: Civil War es una película extraordinaria que sabe en todo momento hacía donde quiere ir y de dónde viene, que pone a nuestros héroes en una situación extrema y teniendo que decidir si quieren seguir como hasta ahora, sin dar explicaciones y sin temer en las consecuencias, o asumir las responsabilidades que todo actor conlleva. Marvel sigue su línea de ascensión y nos regala una cinta necesaria, interesante en todo lo que muestra en pantalla y que no olvida que es un espectáculo de primera. Pero Capitán América: Civil War es algo más, es una película que vuelve a definir un género.
Capitán América: Civil War sustenta su buen hacer en una historia y un guion que saben tomarse todo a su tiempo, no tienen prisa en enseñar y en acelerar las acciones de nuestros personajes. Y es que si algo tiene bien elaborado Marvel son las directrices de todo lo que hace. Ya tiene tras de sí dos fases completas y, por tanto, ya conocemos de donde viene el conflicto y hacía donde va encaminado. Es por eso que esta Civil War arranca sin medias tintas, directa al grano y poniendo desde el inicio el conflicto sobre la mesa, pero no para ahorrarse explicaciones, sino para ir elaborándola poco a poco y dejando al espectador ese gusto por esos thrillers tan bien construidos en el cine. Cuando tiene que correr, corre, y cuando tiene que ser lenta, lo es. Lenta, pero sin freno. Y cuando menos te lo esperas nos encontramos en un aeropuerto con nuestros héroes enfrentados. Y ya sin pausa hasta el final. Un final que vuelve a cambiar todo.
Lo cambia todo porque en él prima lo emocional casi por encima de lo espectacular. Digo casi porque los hermanos Joe y Anthony Russo (Capitán América: El soldado de invierno) saben en todo momento que cuando tienes de nuevo a la mitad de los Vengadores en tu mano, no puedes hacer un final que no esté a la altura. Y Capitán América: Civil War lo tiene. Lo tiene porque ha ido asentando poco a poco esas ideas en tu cabeza, preparándote para un final esperado por todos, un final que se entreveía desde Los Vengadores. Pero agradezco, enormemente, como he dicho antes, que los emocional sea primordial ante lo espectacular, haciendo que nuestros héroes evolucionen y no se estanquen. Y a pesar de que estamos ante la cinta más madura, seria y viva de Marvel, el humor sigue presente, y está mejor introducido que nunca. Y eso también es algo de agradecer. Y todo ello viene dado por la introducción de nuevos personajes, que están introducidos de mejor manera que nunca.
Y como no, estos nuevos personajes no son otros que Black Panther (se ha respetado su nombre original) y Spider Man. Black Panther no está introducido de una manera forzada, está introducido de forma natural dándole tiempo al personaje a presentarse, intuirle y ver por dónde puede ir. Su guerra poco tiene que ver con lo que se relata en la película, pero está ahí, pues su honor y su entorno familiar se ha visto perjudicado. Spider Man tiene una introducción similar. Divertida, con ritmo y con el buen hacer de los hermanos Russo conseguimos ver a ese Tom Holland (En el corazón del mar) metido de lleno en Peter Parker e incluso introducir de forma lógica, por todo el diálogo que se hace a su alrededor, de Marisa Tomei (La gran apuesta) como la tía May. Pero sí, Spider Man está espectacular. Posiblemente de verdad sea el mejor que se ha visto en pantalla, pues es lo que Spider Man representaba tanto en cómics como en serie de TV, es un adolescente y actúa como tal.
Y si de héroes andamos bien, de villano todavía mejor. Hemos pasado por muchos villanos durante estos años en Marvel y el mejor de todos está introducido en Jessica Jones, Kilgrave. Pero aquí tenemos al Barón Zemo, interpretado de manera magistral por Daniel Brühl (La dama de oro), que ha evolucionado del que se pudo leer en los cómics del Capitán América. Y es que, su introducción, su motivación, sus ansías de luchar y sus formas de alcanzar lo que busca hacen que este villano se coloque rápidamente entre los mejores de Marvel. Pero estamos en la guerra civil de Marvel, y aquí el único villano que hay son nuestros héroes. Y, como he dicho antes, todas las motivaciones que mueven a los héroes están bien definidas, bien introducidas y de forma emocional, poniendo en muchas ocasiones dudas sobre todos, tanto espectadores como personajes. Y así, poco a poco y de forma concisa, Capitán América: Civil War consigue definir el cine de súper héroes que podremos ver en el futuro.
Poco más se puede añadir ante lo que representa Capitán América: Civil War. Decir si es mejor o peor que las anteriores películas de Marvel es lo de menos, pero sí que estamos ante la madurez de la serie.Capitán América: Civil War es esa película que representa un antes y un después en el cine de súper héroes. Posiblemente no veremos nada similar hasta el estreno de las dos partes de Los Vengadores: Infinity Wars. Pero como he dicho no hay que comparar, sólo disfrutar, porque este Capitán América: Civil War es el mejor exponente de lo que debería ser el cine de súper héroes: Inteligente, emocional y espectacular. Y esta lo es. Una auténtica barbaridad.
Lo mejor: Estamos ante la cinta más importante de Marvel y es una gozada.
Lo peor: Nada. Es magistral.
Puntuación: 10/10