Bienvenidos a Marwen: Escape animado de la realidad

Un juego de niños como refugio de la realidad. El poder de la imaginación frente al bloqueo mental tras una brutal agresión. La historia real de Mark Hogancamp es el punto de partida de la nueva película de Robert Zemeckis que narra el calvario post traumático de este hombre que sufrió una paliza homófoba y despertó con una amnesia completa. Su terapia fue reconstruir escenarios y maquetas de las batallas de la II Guerra Mundial, crear un alter ego militar y rodearse de mujeres luchadoras frente a la ocupación de las tropas nazis. Unas figuras, a modo de Action Man y Barbies, que toman el protagonismo de la cinta durante la mitad del metraje en un inusual e imaginativo cóctel de animación y live action.

Steve Carell en Bienvenidos a Marwen

Steve Carell en Bienvenidos a Marwen

Recibida injustamente con tibieza en su estreno en E.E.U.U., cercana a la misma incomprensión con Aliados dos años atrás, Bienvenidos a Marwen dista mucho de ser una gran película, pero sí recupera a destellos el notable cineasta artesanal que hay en la mirada y puesta en escena de Robert Zemeckis, cuyas trabajos previos (El vuelo y El desafío) sí habían perdido todo rastro de su talento. De hecho, en las secuencias animadas, ingenioso cruce entre Toy Story y South Park, el cineasta se muestra mucho más dotado con la técnica que en Beowolf o Polar Express. Las figuras de acción cobran en vida en divertidísimas secuencias, desprovistas de lo políticamente correcto, con una recreación prodigiosa de los espacios (el nivel de detalle de las maquetas es asombroso) y en el montaje final se yuxtaponen de forma orgánica con el resto de las escenas.

Ahora bien, lo realmente apreciable de la cinta es su sustrato emotivo, la historia de Mark es muy conmovedora y Zemeckis saca bastante punta a unos hechos reales que ya inspiraron un documental premiado ocho años atrás. Pese a todo, la película está trufada de lugares comunes, algunas subtramas (los intereses románticos de Mark y el vecino celoso de enfrente) están desarrolladas con torpeza y el mundo imaginario con las figuras de acción contiene demasiados estereotipos anticuados y un maniqueísmo imperante. Como metáfora del calvario interior y aspiraciones sociales del protagonista son, en cierto modo, adecuados, aunque quizás hubiese sido de agradecer cierta mirada crítica en todo ello, especialmente en el rol y actitudes de las mujeres.

Leslie Mann y Steve Carell en Bienvenidos a Marwen

Leslie Mann y Steve Carell en Bienvenidos a Marwen

Bienvenidos a Marwen tiene otro aliciente en la interpretación de Steve Carell que, junto a Beautiful Boy, se ha marcado un 2018 con dos actuaciones estelares. Su papel tiene dos facetas: la depresiva, somnolienta y tierna en live action y la vocal y juguetona, cual héroe de acción, en la parte animada. Una estimable banda sonora de Alan Silvestri, colaborador habitual de Robert Zemeckis desde Regreso al futuro, viste al filme con unos compases sinfónicos y funcionales. Treinta años después de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Robert Zemeckis vuelve a mezclar animación con imagen real, pero, en este sentido, Bienvenidos a Marwen resulta sumamente decepcionante. En estas tres décadas se ha multiplicado las posibilidades de la técnica, pero la comicidad y el ingenio se han reducido a la mitad. No obstante, la película es un sólido drama con tintes fantásticos.

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