Basada en hechos reales: Un Polanski menor

Una escritora ante el síndrome de la página en blanco. La supuesta realidad como subterfugio para subsanar las carencias de imaginación y el colapso creativo. La literatura dentro del cine (no por las adaptaciones de novelas, sino por los relatos sobre sus creadores) ha proporcionado incontables historias, algunas de las cuales tremendamente similares a la de Basada en hechos reales, de Roman Polanski: un protagonista en horas bajas, acechado por el miedo al bloqueo, se agarra a un clavo ardiendo para sacar adelante su obra. En este caso, Delphine une su devenir artístico a su relación a Elle, una joven admiradora de sus libros que, entre intuitiva y enigmática, supone un revulsivo en la vida de la protagonista.

Eva Green en Basada en hechos reales

Eva Green en Basada en hechos reales

Resulta sorprendente a todas luces observar que Roman Polanski, el mismo de La semilla del diablo o más recientemente la estupenda El escritor, haya podido estrenar un thriller tan insustancial y errático en su desarrollo. La película adolece en todo momento de la incapacidad del cineasta por ofrecer una historia atractiva ante una previsibilidad desmesurada desde sus primeros minutos, el as en la manga guardado es apreciable a la primera de cambio. Debajo de él, poco más hay en la historia, porque como ya apuntábamos, está plagada de lugares comunes y no aporta ningún hecho diferencial. Polanski no se sobreponerse a un relato trillado y se apaña con lo «formulaico» sin insuflar vida, interés o misterio de verdad a la historia.

Polanski firma el guion junto a Olivier Assayas, uno de los mejores directores franceses del panorama actual, que presumo debe ser el responsable de introducir el juego de espejos y fantasmas que impregna Basado en hechos reales, puntos de encuentro con su última película, la estupenda Personal Shopper. Sin duda, la relación pasional que se establece entre Delphine y Elle es lo más interesante del film, aunque deambule por terrenos de sobra conocidos y su mayor plot twist se detecte desde buen principio. Poco a poco, todo se va enturbiando alrededor de ellas y vínculo va tomando un toque enfermizo (al más puro estilo Misery de Stephen King) y Elle ejerce un poder total.

Emmanuelle Seignier en Basada en hechos reales

Emmanuelle Seignier en Basada en hechos reales

La luminosidad de Emmanuelle Seigner (En la casa) y la mirada desconcertante de Eva Green (300: El origen de un imperio) son el baluarte más fuerte en que Polanski se apoya para revitalizar la película. Ambas están estupendas y Seigner quizás nunca haya estado mejor. El tour de force de ambas es memorable, pero realmente es lo único destacable (perdón, el siempre cumplidor Alexandre Desplat también) de un thriller levantado sobre una maraña de intrigas tan fallida como predecible. Resulta sorprendente que Polanski haya podido pasar de El escritor a Basada en hechos reales en tan poco tiempo, como si el brío del genio se hubiese borrado de un plumazo. Si alguien asegura que a Polanski le ha poseído un demonio director de telefilmes de sobremesa, todo se entendería mejor.

Lo mejor: Emmanuelle Seigner

Lo peor: A Polanski se le descontrolan los giros de guion

Nota: 5/10

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