Avalada por Oren Peli, el creador de Paranormal activity, llega a nuestras pantallas Atrapados en Chernobyl, otra película de terror echa con cuatro duros. Atrapados en Chernobyl no se puede catalogar de mala pues ofrece lo que vende, chicos y chicas guapos pasando miedo por un paraje nada halagador.
Unos americanos de marcha por Europa deciden buscar emociones fuertes y se apuntan a una excursión con un ruso que organiza visitas a lugares tan desangelados como Chernobyl. Allí estos muchachos tendrán que lidiar con algo que aun habita donde en teoría no debería haber vida. Como planteamiento esta muy visto, pero funciona, pues conforme empieza la cinta tenemos a una serie de personajes que estamos deseando darles un bofetón, salvo a la rubia del escote que solo deseamos que se le salga un pecho en pantalla. Por lo que cuando empiezan a desaparecer tampoco nos importa mucho. El guión de propio Peli sabe jugar muy bien su baza y aprovecha muy bien las leyendas urbanas sobre Chernobyl, lastima que las explicaciones de muchas cosas queden a merced del espectador o de una inminente secuela. Podemos afirma que si Paranormal activity bebía un poco de Poltergeist, Atrapados en Chernobyl lo hace de Las colinas tienen ojos.
Bradley Parker, un tecnico de efectos especiales, debuta con esta cinta de bajo presupuesto, y podemos afirmar que sabe lo que hace. El comienzo en plan “found footage” es un guiño a su productor que abandona a los pocos minutos por una narración normal casi de cámara en mano. Ajusta muy bien la tensión con los pocos recursos que tiene y saca muy buen partido de unas localizaciones muy tétricas. Parker consigue, en los últimos minutos, un atmosfera de mal rollo que solo se ve mermada por el mal hacer de los actores.
Dentro del reparto la cara más conocida es la de Jonathan Sadowski (La jungla 4.0), muy poco creíble en el papel del hermano del clon de Leonardo DiCaprio, interpretado por el actor de doblaje Jesse McCartney. Jesse es el peor actor de la cinta, sin duda al que más ganas tenemos de darle un bofetón. Luego están los floreros femeninos donde destacan los pechos de Olivia Dudley, y la carita de Devin Kelley, ambas unas recién llegadas al mundo del largometraje. Mención especial se merece Dimitri Diatchenko, doblador de videojuegos, que interpreta a Uri, el único personaje que se sostiene de todo la cinta.
En resumen, es una película independiente de terror echa con cuatro duros donde la mayoría de los sustos y tensión se acumula en su ultimo tercio. No inventa nada nuevo, los actores son muy malos, pero entretiene.
Lo mejor: Chernobyl, un lugar tétrico y terrorífico.
Lo peor: Los actores.
Puntuación: 5/10
Para los amantes del terror y el suspenso, además las escenas son muy extremas cosa que muchas veces el espectador agradece bastante. Por otro lado la he visto muchas veces en HBO y siempre la disfruto mucho sobre todo porque la transmiten en la noche y eso ayuda bastante a crear ese ambiente se suspenso.