Antes de empezar, dejadme que os sitúe un momento en el contexto de la película. John Chambers (1923-2001) fue el mítico creador del maquillaje de los monos en el clásico de la ciencia ficción de 1968 protagonizada por Charlton Heston, El planeta de los simios. Es curioso que Chambers en 1997 fue condecorado con la mayor distinción civil que otorga la CIA a cualquier ciudadano americano… ¡¡¡y lo más curioso es que eso fue REAL!!! Ocurrió de verdad ¿Por qué?
Ahora nos situamos en 1978. Jomeini llega al poder en Irán y transforma el país. Pasa de ser una monarquía (libre… todo hay que decirlo) a ser una república islámica (que sigue siendo hoy en día). La tensión entre EEUU e Irán no tardó en desatarse, hasta que a finales de 1979 los iraníes asaltaron la embajada de Irán, secuestrando a TODOS los diplomáticos, excepto a seis de ellos que se refugiaron en la embajada de Canadá durante meses.
Pensad por un momento que en 1977 se estrenó La guerra de las galaxias… lo que desató la fiebre por la ciencia ficción en Hollywood. Tras Star Wars llegó Alien y Star Trek, La película, y de pronto todo estudio o productor que era alguien en Hollywood quería tener su propia gran película del espacio rodada en escenarios exóticos… y todo eso. Incluso los italianos se sumaron a esa fiebre con la psicotrónica Starcrash, con Caroline Munro… ¡¡¡y David Hasselhoff!!!
En 1980 la CIA, con un plan de rescate ideado por Tony Méndez, decidió sacar a esos seis refugiados americanos en la embajada canadiense de Irán por medio de un curioso plan. Tony Méndez era amigo personal de John Chambers (el maquillador del que hablamos antes). Con la ayuda de un productor de cine en horas bajas, Méndez y Chambers consiguieron desarrollar toda una película falsa de ciencia ficción llamada Argo para que se rodara en Irán. Creando identidades falsas, Méndez llegó a Irán con todo el plan de rodaje, se entrevistó con las altas esferas del gobierno de Irán… Todo esto fue «Alto Secreto» hasta 1997. Más o menos esto es lo que cuenta Argo.
Con un potente reparto en el que destacan el propio Ben Affleck (Daredevil) como Tony Méndez, John Goodman (El gran Lebowski) como John Chambers, el genial Alan Arkin (Pequeña Miss Sunshine) como el productor de cine en horas bajas y Bryan Cranston (Drive) como el jefe de Méndez en la CIA. Además entre los papeles secundarios nos encontramos con el antiguo ídolo adolescente Tate Donovan (Memphis Belle), la interesante Clea DuVall (The faculty) o el actor en alza Scoot McNairy, visto recientemente en Mátalos suavemente.
La ambientación de la película es BRUTAL. Realmente nos transporta a 1980. Desde el vestuario, los maquillajes… ¡¡¡la ambientación!!! E incluso Affleck (como director) toma la decisión de rodar la película en el viejo 35 mm y montarla en al estilo clásico. Impresionante.
Como detalle final… tras ver la película a mi me entraron unas ganas terribles de ver la película Argo convertida en una realidad. Descubrir si aquello estaba destinado a ser otro clásico de la época… u otra locura de serie B al más puro estilo Cazador del espacio (Aventuras en la zona prohibida).
En resumen, Argo es una película EMOCIONANTE, bien contada, REALMENTE ENTRETENIDA, en la que se mezcla con habilidad el cine de espías, el cine “basado en una historia real” y el cine dentro del cine… mostrando los tres mundos entremezclados, llegando a convertir el proceso de creación de una película en una auténtica trama de espías al estilo más clásico. Una de las sorpresas del año, que sin duda sonará en los próximos Globos de Oro y en la ceremonia de los Oscar ¿¿¿Estamos ante una de las películas del año???
Lo mejor: Que siendo una historia tan dramática, haga soñar al espectador y consiga arrancar un puñado de sonrisas.
Lo peor: Que no se tome en serio a Ben Affleck como director.
Puntuación: 9/10