Avalada por el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes 2012, no llega este ladrillo de cinta infumable e insoportable. Antonio Méndez Esparza debuta en el mundo del largometraje con esta cinta sobre como es vida de un emigrante que regresa a casa.
Pedro regresa a su pueblo, Guerreros en Méjico, tras haber estado trabajando durante años en los EE.UU. Al llegar a casa, con dinero fresco pero justo, se da cuenta que la cosa no ha cambiado. Así podríamos resumir el argumento de una cinta, donde lo que pasa después de lo antes mencionado resulta muy aburrido. Sin entrar en detalles apuntare que Pedro vivirá muchas experiencias pero que el espectador no compartirá con él, pues a pesar de ser alegres el guionista y director solo se preocupa de verle el lado negativo. Paralelamente a la trama principal veremos como la historia se repite, su hija vivirá una aventura similar a la que su madre vivió con su padre cuando este emigro a EE.UU., con un muchacho del pueblo.
Antonio Méndez Esparza también ha sido galardonado con numerosos premios a la mejor dirección y supongo que serán porque es muy difícil hacer cine allí, en Méjico, pues la dirección aparte de aburrida es muy monótona. Atentos al plano de la cuesta arriba hacia la casa de los protagonistas, se repite más que un plano de situación de una telecomedia. Es verdad que tiene planos secuencias interesantes para aguantar las interpretaciones de los actores, pero todo es tan pobre, triste, y lúgubre, que da mucha pereza.
Lo mismo que ocurre con la historia y la dirección ocurre con las interpretaciones. Son interesantes, pero hasta que punto no se interpretan así mismos pues los actores comparten su nombre con el de sus personajes al igual que hicieron con el corto debut de Antonio Méndez Esparza, Una y otra vez.
En resumen, estamos antes una cinta que retrata un problema muy actual, emigran a otro país con el objetivo de encontrar un trabajo que en nuestro propio país se nos niega. En el caso de esta película, estamos hablando de una necesidad en el sentido de que es un pueblo donde apenas hay trabajo y la persona que emigra es una persona sencilla con los estudios justos. No hace falta acercarse al cine para ver esta historia con encender nuestro televisor o acércanos al aeropuerto para una dosis de realidad tenemos suficiente.
Lo mejor: El realismo que muestra la cinta, que a nosotros nos queda lejano y cercano al mismo tiempo
Lo peor: Es densa, aburrida, y lo que cuenta esta a la orden del día en cualquier canal de televisión.
Puntuación: 3/10