Amor: La realidad más dura

La nueva cinta de Michael Haneke (La cinta blanca) no dista mucho de todo lo que ha hecho anteriormente. Es verdad que la cinta no cuenta una historia tan retorcida como Funny Games, pero la idea final o el concepto con el que salimos de la sala es de un mal rollo equiparable al de aquella. Amor ha sido una de las sorpresas en las nominaciones a los próximos Oscars con 5 nominaciones, incluyendo mejor película del año y mejor director.

Emmanuelle Riva en Amor (©Brigitte Lacombe)

Una pareja de ancianos entrañables, de esos que a pesar que hayan pasado los años siguen estando enamorados, deberán hacer frente a un duro golpe de la vida, cuando ella sufra un ataque que la dejara medio paralizada y sin poder mantenerse por ella misma poco a poco. Es una historia triste, muy triste, de esas que te hacer odiarte a ti mismo por haber elegido esta película, pero lo que cuenta es muy real. Se puede decir que Haneke ha firmado un guión basada en mil historias reales pero a la vez único y original en si mismo. La historia que cuenta es muy dura, pero viene envuelta como un caramelo, ya que cuando empieza no puedes, o no quieres creer que va acabar así, y eso que el primer plano secuencia nos adelanta como va acabar el relato.

Haneke como director parece sencillo pero no es así. Cada plano esta perfectamente compuesto como si de un cuadro se tratara. Hay una secuencia donde se permite salir de la casa, donde se narran el 90% de los hechos, a través de planos de las pinturas sobre paisajes que adornan las paredes del hogar de estos ancianitos.

Isabelle Huppert y Jean-Louis Trintignant en Amor (©Brigitte Lacombe)

Al igual que la acción, que prácticamente se narra en la casa, el peso de la interpretación recae principalmente de los actores mayores que habitan en ella. Jean-Louis Trintignant (Tres colores: Rojo) y Emmanuelle Riva (Tres colores: Azul) son la pareja adorable que pronto nos arrastra hasta el infierno. Sus primeras secuencias son entrañables, como nuestros propios abuelos, pero conforme ella caiga enferma, la mira de él cambia, casi parece envejecer más que ella, y ella se convierte en un niño insoportable, donde lo único que queremos es arrearle un bofetón para que se callé. Ambos actores consiguen su cometido por lo que podemos decir que están magníficos.

En resumen, personalmente Amor encaja dentro de ese cine que no me gusta ver y no me gusta recomendar, pues la historia que cuenta es demasiado real y triste, algo así como la vida misma. Amor puede convertirse en una pesadilla para muchos espectadores como le ocurrió al que escribe estas líneas, y no porque pueda resultar un poco pesada sino porque ya es bastante triste hacerse mayor como para que nos muestren lo duro que puede resultar ser. En otra momento de mi vida la hubiera catalogado con una nota muy baja, es decir, no hubiera aprobado, pero debido al malestar que consiguió causarme y por otro lado la alegría de disfrutar de mi juventud que me inspiro, pienso que Haneke ha conseguido su propósito: que algunos cambiemos después de ver su cinta.

Lo mejor: La pareja protagonista. Ver su evolución de tierno a odiosos es magnifica.

Lo peor: Es tan cruda que da miedo acercarse a una sala donde la proyecten.

Puntuación: 8/10