Alien: Covenant: Demasiadas respuestas

Ridley Scott (Marte) sigue explotando su franquicia más rentable con un nuevo capítulo del culebrón de la saga del xenoformo más famoso de la galaxia. Esta nueva entrega es la secuela directa (a no ser que se saquen más cosas de la manga, para exprimir aún más la gallina) de Prometheus, y según dicen, es el episodio central de una trilogía que conectará directamente con Alien, el octavo pasajero (al parecer ya está en pre producción Alien: Despertar, ¿el acto final?). Alien: Covenant no engaña a nadie, es más de lo mismo pero con demasiadas respuestas sobre la mitología de este universo que está apunto de cumplir 40 años. Michael Fassbender (Assassin’s Creed), por partida doble, protagoniza y eclipsa a un reparto de lo más pintoresco donde militan la ascendente Katherine Waterston (Animales fantásticos y dónde encontrarlos), el imprescindible Billy Crudup (Jackie) y el cómico Danny McBride (La fiesta de las salchichas).

Katherine Waterston en Alien: Covenant

Katherine Waterston en Alien: Covenant

Alien: Covenant arranca con un prólogo durante sus créditos, para seguidamente situar la acción 10 años después de los hechos ocurridos en Prometheus. Una pandilla de colonos, por motivos que no vamos a revelar, acaban en un planeta muy pintón, donde casualmente uno de ellos se infecta y da a luz a un primitivo alien. Después de esto comienzan las carreras, las cacerías y, por supuesto, las revelaciones. Revelaciones que se antojan como demasiadas, ya que la mitología de esta saga jugaba mucho con el concepto de no revelar nada para así crear más miedo y tensión. Si bien la historia sigue funcionando, puede parecer un popurrí de otros momentos de la saga (hay momentos parecido pero no iguales). También recuerda un poco a Predators, aquella tercera entrega de la saga Depredador, que no aportó nada al otro alienígena de la 20th Century Fox. Las respuestas pueden resultar más o menos satisfactorias según el grado de implicación (o cariño) que se tenga con la saga, pero son muchas y algunas increíbles. Olvídense del origen del hombre, de los ingenieros, y de la búsqueda de fe que se planteaba en Prometheus, aquí han ido a entretener al respetable y a dar respuestas, la filosofía se ha quedado a un lado.

Fotograma de Alien: Covenant

Fotograma de Alien: Covenant

Scott vuelve a demostrar que es lo capaz de lo mejor y de lo peor en una misma cinta. Ahora parece que la acción se ha quedado en manos directamente de la segunda unidad, pues salvo una breve pelea entre dos personajes, el resto parece que está rodado con piloto automático. Quizá la escena donde la heroína de turno se bate con un xenoformo sobre el fuselaje de una nave también resulte interesante, pero todo muy lejos de la “set piece” de la cesárea vista en Prometheus. Al igual que ya sucedió en Alien 3, en alguna secuencia Scott también ha usado el punto de vista del bicho para crear agobio y tensión (puede que en 3D también luzca más).

Las mezclas de sonidos vuelven a ser otra pieza fundamental de la cinta (al igual que sus impecables efectos especiales). Un más que correcto trabajo de audio apoyado en una partitura musical de Jed Kurzel (Macbeth) que mezcla temas de Alien, el octavo pasajero y Prometheus para dar más empaque al relato. Tambien hay algún tema original, pero nada reseñable después de dejarse oír el clásico tema del maestro Jerry Goldsmith.

Michael Fassbender en Alien: Covenant

Michael Fassbender en Alien: Covenant

Fassbender vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores de su generación, aquí desdoblándose en dos personajes muy iguales pero muy diferentes entre sí. A Waterston no la están intentando vender de todas las maneras y todos los colores, y bueno, vale, bien, pero como heroína de acción no termina de convencer. Sorprendente esta McBride, que no estamos acostumbrados a verle fuera de la comedia, pero tanto su personaje como el de Waterston parecen meras comparsas al lado del de Fassbender, verdadero protagonista de esta historia, y quien sabe si de la saga entera cuando se acabe este folletín espacial.

En resumen, Alien: Covenant ofrece lo que promete, más de lo mismo y con muchas respuestas. Es un producto palomitero en toda regla que tras el ¿chasco? que supuso Prometheus han decido ir a lo fácil y sencillo, olvidándose de la filosofía y la mitología con la que adornaron aquel relato. La duda que genera es que más nos van a contar en ese anunciado tercer episodio (y me refiero a contar algo relevante, pues hay cosas que ya se dejan intuir en este episodio).

Lo mejor: El prólogo, Fassbender y la música nostálgica.

Lo peor: Demasiadas respuestas a los interesantes misterios de la saga.

Puntuación: 6/10

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