30 monedas: Álex de la Iglesia, gracias

No voy a engañar a nadie cuando digo que uno de mis directores de cabecera es Álex de la Iglesia (Perfectos desconocidos). Es uno de los directores que más me han hecho disfrutar en una sala de cine y que también motivaron la pasión que tengo por el séptimo arte. He de decir también que, aunque me lo pase genial con Mi gran noche, echaba de menos al Álex de la Iglesia más enfocado en sus inicios, aquel que hacía terror salvaje, que lo hacía divertido y que servía para mostrar la situación de una España que vivía sumida en su propio caos. Y ahora, después de tres años desde su último trabajo, llega con 30 monedas, una serie que nos devuelve a ese Álex de la Iglesia, ese director al que le gusta los excesos, la violencia más bruta y que no tiene miedo a la hora de mostrar casquería en pantalla. 30 monedas tiene mucho de El día de la bestia, tiene mucho de El bar, tiene toques de 800 balas, a Las brujas de Zugarramurdi y a Balada triste de trompeta. La serie es Álex de la Iglesia para los muy cafeteros con todo lo que eso implica: Si te gusta Álex de la Iglesia, lo vas a disfrutar de principio a fin, pero si no eres de los que casa con el director vasco, está no es tu serie. Lo que si que puedo decir, es que 30 monedas es mi serie del año, la serie que estaba esperando.

Una de las cosas que más me gustan de la serie es como Álex de la Iglesia, junto a Jorge Guerricaechevarría, consiguen crear una historia original desde las treinta monedas de plata que cobró Judas Iscariote por traicionar a Jesús. Con una premisa que nunca se había tratado, los dos guionistas consiguen crear a su alrededor una historia de terror, thriller, acción, comedia y gore como pocas veces se ha visto en televisión. Y que HBO haya dejado total libertad a los dos ha sido un punto por lo que creo que la serie, para los fans acérrimos del terror y Álex de la Iglesia van a disfrutar. También porque se vuelven a ver aquellas cosas que siempre se ha tratado en su cine como son la empatía y la condición humana. El como describen a las personas de los pueblos, que todo el mundo se conoce, de los chismorreos, el “y tú de quien eres”, el ir a misa los domingos y como se está convirtiendo poco a poco esos lugares en sitios de explotación comercial con la creación de hoteles y zonas para incitar que esos lugares tranquilos sigan en paz. Pero no solo la crítica queda en eso, también a los cultos religiosos que nos hacen ser como corderos e ir tras algo que lo mismo no creemos y nos adoctrinan. Posiblemente, a los más creyentes, la serie no sea del todo de su agrado.

Y se puede pensar que Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría se han dejado llevar por sus impulsos más locos y crear una serie alocada. Y sí, en parte lo han hecho como he dicho antes, pero también han sabido controlarse y no ser una locura durante los ocho capítulos que dura la serie. Y es que, aunque tenga un hilo conductor, casi todos los episodios se podrían ver por separado como pequeñas historias dentro de la propia serie. Quizás la serie falla en algunas tramas que sirven para hacerla avanzar, pero sin ser una revelación importante o que más adelante vaya a tener una explicación, al igual que a medida que se tienen que ir cerrando cosas, no saben hacerlo. Pero el viaje es tan placentero, tan salvaje, tan sangriento, tan políticamente incorrecto que se le perdona todo. Incluso me gusta ver como los efectos especiales de la serie están currados, pero hay muchos que se notan, y eso le da un toque de serie B en alguna ocasión que hacen disfrutar todavía más. Esa es la magia, Álex de la Iglesia no se ha querido cortar en nada. Y eso incluye a los títulos de crédito, unos títulos que ya pasan a los mejores de la televisión. Con una banda sonora de Roque Baños que mezcla los tonos del thriller y el misterio con acordes de pasos de semana santa y hacen que la serie esté mejor ambientada.

Y que todo funcione tan bien tenemos a un elenco de actores realmente espectacular. Eduard Fernández (La hija de un ladrón), Megan Montaner (Señor, dame paciencia) y Miguel Ángel Silvestre (Narcos) son las grandes estrellas de la función y hacen que la serie vaya como un tiro, y cada uno en un registro distinto. En ellos se sustenta toda la serie, si ellos fallan en sus papeles principales, la serie se hubiera derribado por completo a pesar de tener unos secundarios de aúpa. Entre ellos destacan Macarena Gómez (Musarañas), Pepón Nieto (Perfectos Desconocidos), Carmen Machí (Ocho apellidos catalanes) o Paco Tous (La lista de los deseos) hacen que sus apariciones sean estelares. Pero si me tengo que quedar con uno, y aplaudirle en cada aparición, esa es la de Javier Bódalo (Tiempo después). Javier está espectacular, cada una de sus apariciones es más tronchante que la anterior y su interpretación como “tonto del pueblo” es increíble. Mira que todos los actores están bien, pero lo de Javier es para darle todos los premios posibles.

En definitiva, 30 monedas es mi serie favorita del año, mirad que hemos tenido series grandes este año, a cada cuál mejor, pero lo de 30 monedas para los fans de Álex de la Iglesia, del terror, de las historias costumbristas y la comedia es la serie que estábamos esperando. Un disfrute gore, de acción, de humor, de thriller y con homenajes a películas de terror clásicas que harán las delicias de los fans. Gracias de verdad, Álex, por regalarnos está oda al disfrute.