100 metros: Cómo entrenar a tu yerno

Ramón Arroyo fue diagnosticado de esclerosis múltiple en 2004. No se quedó parado y no dejó que su vida pasara sin más. Entrenó y luchó contra su enfermedad y en 2013 consiguió completar su primer IronMan, el triatlón más duro que se conoce. 100 metros cuenta su historia tomándose algunas licencias. 100 metros supone el debut en el mundo del largometraje de ficción de Marcel Barrena, aclamado director del documental Món petit. Ramón esta interpretado por Dani Rovira (Ozzy), su mujer por Alexandra Jiménez (Robinson, una aventura tropical), y el padre de esta por Karra Elejalde (Rumbos).

Alexandra Jiménez y Dani Rovira en 100 metros

Alexandra Jiménez y Dani Rovira en 100 metros

100 metros cuenta la historia de Ramón pero obviando todas las competiciones a las que se presentó antes del IronMan. Nos cuentan que era un joven con talento en el campo del marketing y que se llevaba fatal con su suegro (personaje inventado para la película para así crear conflicto). Al diagnosticarle la enfermedad deja el trabajo y termina entablando una relación cordial con su suegro, quien acaba preparándole para el IronMan. El guion resulta bastante predecible. Es una historia dramática que han adornado con los suficientes momentos cordiales para disfrazarla de “pelí de buen rollo”. Esa mezcla de género que parece a ratos drama y a ratos comedia puede funcionar para el publico más palomitero, pero a grandes rasgos las secuencias dramáticas son demasiado duras como para dejarnos engatusar.

A Barrena le queda mucho para convertirse en un director capaz de emocionar con una historia como esta. Al final tiene que abusar de banda sonora e intercalar imágenes del autentico Ramón para provocar la lagrima en el espectador. El resto de la cinta no esta mal rodado pero no resulta demasiado llamativo.

Karra Elejalde en 100 metros

Karra Elejalde en 100 metros

Rovira intenta seguir con su evolución de cómico a actor de prestigio y si bien no esta mal del todo, aún le queda un gran paso para quitarse la etiqueta del humor que le han colgado. Tiene momentos buenos (aquellos que comparte con Jiménez o en el hospital con los demás enfermos) y momentos malos (aquellos que eclipsan la interpretación con chistes innecesarios). La estrella de la función es Elejalde. El actor alavés sigue con su trayectoria imparable, y aquí se mete al publico en el bolsillo interpretando a un suegro gruñón pero con un corazón inmenso. Elejalde tiene momentos impagables cada vez que le da la replica a Rovira, atentos al momento en que están colocados. También cabe destacar la presencia de unos secundarios muy interesantes como David Verdaguer (Requisitos para ser una persona normal), quien es la parte más realista y dura de la enfermedad, y Alba Ribas (El cadáver de Anna Fritz), aquella que es un poco el reflejo de Ramón pero con miedo a seguir adelante.

En resumen, 100 metros es una película que trata un tema muy serio y han querido hacer una “feel good movie”. En algunos momentos el humor hace que se pierda un poco ese tono que andan buscando. Han querido copiar la formula de Intocable pero no les ha salido bien la jugada. 100 metros es un film entretenido y poco más.

Lo mejor: Karra Elejalde.

Lo peor: Esa sensación extraña de que nos quieren agradar con un tema muy serio.

Puntuación: 5/10

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