
Sólo hay dos formas de asimilar sin cabrearse lo que propone Luc Besson (Malavita) en Lucy. Por un lado, como expresa el personaje de Morgan Freeman (Plan en Las Vegas) en la película, podemos pensar que la humanidad no está preparada para entender los pretendidamente profundos mensajes que Besson introduce en su visión de lo que debe de ser el cerebro humano...