
Disney no parece tener nada nuevo que contar y sigue rehaciendo clásicos. Ahora le toca revisar Pedro y el dragón Elliot, aquella turbiedad que se hacia eterna y donde se mezclaba imagen real con animación. Aquella cinta de 1977 era insufrible, atronaba al personal con unas canciones bastante insufribles, y estaba protagonizada por un niño bastante repipi y un...