
Quizás para disfrutar bien de Ice Age: El gran cataclismo hace falta dejar fuera de la sala de cine el cerebro. Así se puede entender más el humor que tiene la quinta entrega de una saga que tendría que haber terminado por lo menos hace cuatro entregas. Es cierto que la primera tenía cierta gracia, a partir de ahí la cosa comenzó a ser una bola de tontería que...